Xpeng Motors continúa avanzando con fuerza. Tras duplicar sus ventas en 2020 y desembarcar en Europa, ahora el fabricante de coches chino ha anunciado la futura llegada de una nueva berlina eléctrica dotada con sensor Lidar para posibilitar la conducción autónoma, aunque por ahora se desconoce el nivel de robotización que alcanzará.
Así lo ha anunciado la propia compañía a través de su cuenta de Twitter por medio de varios mensajes en los que apenas ha revelado detalles más allá de unas imágenes que dejan las primeras pistas.
En un serie de cuatro tweets, Xpeng anticipa la llegada de un nuevo sedán y se refiere al mismo con "nuevo dinamismo", "nueva raza" y "nueva forma de ver", en referencia al sensor Lidar. Asimismo, deja entrever una silueta que mantiene la pronunciada caída del techo, al estilo del P7.
Fundada en 2014, Xpeng cuenta actualmente con dos modelos: la mencionada berlina Xpeng P7 y el SUV Xpeng G3, con autonomías de más de 700 y 520 km en ciclo NEDC, respectivamente.
Xpeng ya cuenta con presencia comercial en Europa por medio del mercado noruego, donde desde el pasado mes de diciembre comercializa el Xpeng G3 con un precio de partida de 33.700 euros. Durante este año 2021 lanzará también el Xpeng P7.
Una estética similar al Xpeng P7, pero ¿más pequeño?
Para conocer los detalles técnicos, su fecha de presentación y el aspecto definitivo de la nueva berlina eléctrica de la marca china habrá que esperar. No obstante, las imágenes en penumbras a modo de teaser nos permiten sacar algunas conclusiones estéticas.
Por ejemplo, que tanto en el frontal como en la zaga se ha apostado por una tira lumínica que cruza el coche a lo ancho, al estilo del P7, acabando en ambos casos en una bifurcación en los extremos.
Asimismo, se intuyen unos voladizos cortos que permiten aventurar que se tratará de un modelo más pequeño que el P7, cuya longitud se cifra en 4,9 metros.
Sea como fuere, habrá que estar atentos los próximos días a Xpeng, que promete empezar el 2021 como cerró el 2020: pisando fuerte.
En Motorpasión | Europa quiere 30 millones de coches eléctricos circulando en 2030, pero la industria automotriz no lo ve factible