En el mundo de las subastas de vehículos se ha logrado otro récord. Este Ferrari 250 GTO de 1962 ha conseguido ser el coche más caro jamás vendido en una subasta, concretamente una organizada por Bonhams con ocasión del concurso de elegancia de Pebble Beach. Se han pagado por él 38,11 millones de dólares, unos 28,5 millones de euros al cambio.
Con número de chasis 3851GT, este 250 GTO (uno de los treinta y seis existentes) es uno de los coches más codiciados del mundo y ahora, oficialmente, también es por el que más se ha pagado en la historia. El récord anterior lo tenía un Fórmula 1 Mercedes-Benz W196R de 1964, subastado en verano de 2013 por 29,65 millones de dólares. Ahí es nada.
Desde ahora, el récord oficial lo tiene este Ferrari 250 GTO, aunque lo cierto es que el año pasado el coleccionista Paul Pappalardo, de Estados Unidos, vendió a un comprador anónimo una unidad del 250 GTO de 1963 por la increíble cifra de 52 millones de dólares. No obstante, como ni el comprador ni el vendedor han corroborado los hechos, de momento el récord se lo queda la unidad que protagoniza el artículo.
