Hace tan solo unos días BMW presenta la octava generación de su berlina media, el Serie 5. Ahora, tan solo unas horas después, hemos tenido un primer contacto con este nuevo modelo, en estático por ahora, y te contamos cuáles son las impresiones que nos ha transmitido en su versión i5 totalmente eléctrica.
Lo primero que hay que destacar, y atentos al matiz, es que el BMW Serie 5 sigue siendo un Serie 5. La llegada de esta nueva generación, supone también la llegada del primer Serie 5 totalmente eléctrico, el i5, pero ello no supone que el coche abandone su esencia.
A primera vista se identifica como un BMW, y por dimensiones sabemos que es un Serie 5, pese a que con sus 5,06 metros de largo, mide lo mismo que medía el Serie 7 de la generación saliente. Si hubiese alguna duda, la llegada del 5 sobreimpreso sobre la curva Hofmeister, nos sacará de dudas.
Sin duda, su diseño es una evolución de las formas del anterior para adaptarlo a la línea de diseño actual de otros modelos de la marca. Bajo mi punto de vista, el hecho de mantener al Serie 5 con una disposición de los elementos del frontal más clásica y convencional huyendo de las ópticas minimalistas de los Serie 7 y X7, es todo un acierto.
En el nuevo BMW Serie 5 las ópticas delanteras tienen unas formas más convencionales, y son más afiladas con cierta similitud a las de los Serie 3 en su último restyling e incluso a las de los BMW X1. La unidad que BMW España había traído para este primer contacto estático era la eléctrica más prestacional, el i5 M60 de 601 CV de potencia.
Por ese motivo, encontramos otro elemento específico de esta versión, que son los riñones delanteros cerrados. En ellos, acabados en negro piano, encontramos incrustado el logotipo M. Alrededor, un perfil de luz muy fino es sin duda el elemento más característico del nuevo modelo. Se llama BMW Iconic Glow y es una aplicación diferente a la de otras parrillas iluminadas que conocimos en los X6 o en los Serie 7.
Me atrevo a decir que en este es en el que mejor queda ese perfil de luz LED, ya que hace un contorno muy fino que no llega a cerrar por completo en la zona central el perfil de los dos riñones. Simplemente, los perfila, los enmarca, haciendo que la mirada del coche con esto y con las luces láser sea muy característica y personal.
El hecho de que el nuevo BMW Serie 5 sea un modelo multi energía, frente a otras estrategias como la de Mercedes que ha separado por completo modelos de energías convencionales (Clase E) de los eléctricos (EQE), hace que mantenga sus proporciones clásicas de berlina, con un capó delantero muy largo y musculoso.
Echando la vista hacia atrás, encontramos en esta unidad M60 los espejos retrovisores exteriores con forma específica, simulando el doble brazo de anclaje a la carrocería que tenían los añorados M3 E36.
Las llantas en esta unidad eran opcionales de 20 pulgadas terminadas en bicolor, con el logotipo de M insertado en uno de los radios. Para el tamaño que tiene el coche, no se ven excesivas, sino adecuadas a sus proporciones.
Dos puertas muy amplias permiten acceder a las plazas delanteras y traseras con total comodidad, haciendo buen uso de sus 2,99 metros de batalla (20 mm. más que antes) y aprovechando al máximo el espacio.
En la trasera, es tal vez donde encontremos un cambio más notable respecto a anteriores generaciones del Serie 5. Ahora las ópticas, de forma muy plana, están ligeramente inclinadas sobre una tapa del maletero que cae ligeramente hacia afuera en lugar de bajar de forma recta.
Dentro, el maletero de esta versión i5 M60 ofrece 500 litros de maletero con unas formas muy aprovechables, que permiten meter el equipaje para sus 4 o 5 pasajeros sin problema.
Durante el próximo año, llegará la carrocería Touring familiar, que seguro ofrecerá todavía mayor capacidad y añadirá un punto de utilidad a esta gran berlina.
En general, creo que el BMW Serie 5 ha seguido la línea evolutiva acertada en cuanto al diseño. Cuando lo tienes ante tí, transmite una sensación de robustez y deportividad muy equilibrada, con un aspecto elegante al mismo tiempo.
Un interior más tecnológico
Hecho el repaso del exterior, toca meterse en su habitáculo para ver qué nos ofrece y qué nos transmite. Lo primero que debemos hacer antes de entrar, es tirar de las nuevas manillas de las puertas, que quedan perfectamente integradas en estas para mejorar el flujo de aire y reducir la resistencia aerodinámica.
El tacto de las manillas de este tipo no me parece tan bueno como el que tenían las manillas convencionales, pero tal vez pueda deberse a que esta todavía es una unidad pre serie y no tiene todavía los ajustes definitivos en ciertos aspectos.
Me siento en el asiento del conductor y me encanta lo que veo. Ante mí tengo un volante muy similar al que conocimos en los BMW X1 con acabado deportivo M, marcado por un brazo inferior vacío por dentro que ayuda a dar sensación de ligereza. También es plana la parte inferior del volante.
Al ser volante M sigue teniendo un aro gordo y bien mullido y la posición de las doce está marcada en color rojo. Las levas incluyen la palabra Boost en el lado izquierdo, delatando que este coche también estrena ese sistema que al tirar de esta leva hacia tí, configura el coche en su modo más deportivo para facilitar durante 10 segundos ciertas maniobras en las que necesitas las máximas prestaciones.
Tras el volante, encontramos la doble pantalla curva, que proyecta toda al información con mucha claridad. Dependiendo de los modos de conducción que llevemos seleccionados en cada momento, los colores, tonos y grafías se mostrarán distintos en cada caso.
Para movernos por los infinitos menús de la pantalla situada en la zona central del salpicadero, podremos usar la función táctil, tocando directamente sobre ella, o manejarla desde el mando iDrive situado en la consola central flotante que separa ambos asientos delanteros y crea una superficie continua con la guantera central con doble tapa.
En ella la disposición de los botones y mandos, como el que permite subir o bajar el volumen del sistema de sonido mediante rosca, es una mezcla entre el tipo de consola que encontramos en los modelos más lujosos, como el iX y el que tienen otros modelos más convencionales como los Serie 3.
Por lo demás, la calidad de acabados y materiales es muy alta, creando un ambiente interior de primer nivel. Me gusta la disposición tradicional de los diferentes elementos que lo componen, así como el hecho de que la llegada de la digitalización no se haya llevado a extremos irracionales. Por ejemplo, recurre a tiradores convencionales para abrir las puertas en lugar de botones. Bravo.
Otro elemento que destaca en el interior del nuevo BMW Serie 5 es la presencia de una barra transversal de luces LED, que recorre todo el habitáculo de lado a lado y se extiende hacia las puertas.
No es solo un elemento ornamental, sino que es funcional, al poder configurarse en diferentes colores y tener una función activa que hace que las luces vayan mostrándose de diferentes formas dependiendo del modo de conducción que llevemos seleccionado o por ejemplo, nos alertará con destellos activos en caso de que vayamos a abrir la puerta y venga un coche por detrás.
Esas luces hacen que el interior se vea muy similar al del Serie 7, y seguro hará las delicias de los clientes asiáticos, muy fans de este tipo de cosas. El punto positivo es que esa presencia de los LED no es exagerada, es justa y acertada bajo mi punto de vista.
Los asientos, que en esta versión M60 son de corte deportivo, son anchas butacas con buena sujección lateral. Habrá que esperar a probarlo para saber si realmente recogen bien cuando circulamos rápido en apoyos.
La altura libre a nivel de cabeza es amplia, y destaca también la presencia del techo de cristal panorámico que va desde la parte delantera a la trasera, ofreciendo una gran luminosidad al interior.
Yéndonos a las plazas posteriores, encontramos un espacio amplio con capacidad para tres pasajeros. La altura a nivel de cabeza es bueno, y aunque el espacio para las piernas no crece tanto como esperaba por el mayor tamaño del conjunto, lo cierto es que los ocupantes de esas plazas posteriores también van a disfrutar de una experiencia más que agradable.
En el túnel central, que sorprendentemente se mantiene en esta versión eléctrica pese a no tener elemento mecánico de transmisión de fuerzas entre ambos ejes, encontramos también una pantalla de climatizador específica para estas plazas posteriores.
Conclusiones y precios de los BMW Serie 5 e i5
Estos son los precios de la gama BMW Serie 5 en todas sus versiones, incluídos los i5. Las versiones híbridas enchufables se pondrán a la venta más adelante.
Combustión
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potencia |
Precio (desde) |
|---|---|---|
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BMW 520d |
197 CV |
60.050€ |
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BMW 520i |
208 CV |
60.150€ |
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BMW 520d xDrive |
197 CV |
62-600€ |
Eléctricas
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potencia |
batería (capacidad útil) |
autonomía (WLTP) |
precio (desde) |
|---|---|---|---|---|
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BMW i5 edrive40 |
250 kW (340 CV) |
81,2 kWh |
477 km - 586 km |
76.750 euros |
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BMW I5 M60 xdrive |
442 kW (601 CV) |
81,2 kWh |
455 km - 516 km |
114.250 euros |
El nuevo BMW Serie 5, incluida esta versión i5 eléctrica, creo que sigue una línea muy acertada en todos los aspectos. Por un lado, el hecho de llegar al mercado con opciones diésel, de gasolina, híbridas enchufables (más adelante) y eléctricas, le da muchas opciones para conquistar a cualquier cliente, sean cuales sean sus necesidades. El cliente convencional tendrá lo que busca, el que quiera probar la electrificación también.
Más allá de eso, como decía al comienzo, sigue siendo un Serie 5 en todos los aspectos. El diseño exterior es evolutivo y no revolucionario, la calidad de materiales y acabados está a la altura de lo que esperas encontrar en un Serie 5 y en general, podemos decir que es un coche que deja el listón muy alto entre los de su segmento.
Por último, el otro aspecto que destaco de este BMW Serie 5 2023, es que la digitalización y la tecnología llega en su justa medida, permitiendo mantener un equilibrio muy acertado entre lo analógico y lo digital, sin dejar que esta última línea eclipse la anterior. Si algo funciona, no lo cambies, mejóralo.