Más de 30 años después del lanzamiento del primer BMW M5 Touring, la marca bávara resucita este modelo con la nueva generación del BMW Serie 5. Será el hermano mayor del nuevo BMW M3 Touring y llegará en 2024.
Será el primer BMW M5 con carrocería familiar desde que desapareció el BMW M5 Touring E61 hace más de 10 años y, por primera vez en la historia, este modelo utilizará un sistema de propulsión electrificado.
El concepto de deportivo familiar es muy popular en Europa
La relación entre BMW y los deportivos con carrocería familiar es tormentosa. Mientras que Audi y Mercedes llevan décadas vendiendo este tipo de coches con los anagramas RS y AMG, respectivamente, en el catálogo de BMW los M en formato Touring aparecen y desaparecen como el Guadiana.
Puede que en España no sean tan populares, pero los modelos deportivos con carrocería familiar tienen mucha aceptación en Europa. Por eso, BMW su primer coche de estas características en 1992, hace más de 30 años. Hablamos del BMW M5 de segunda generación, conocida por el código E34, que por primera vez se podía comprar con carrocería berlina y con carrocería familiar, siempre con un motor de seis cilindros en línea y 340 CV.
Fue la respuesta de BMW al Audi RS2 y enseguida hubo más rivales a los que plantar cara, desde el Mercedes-Benz E 55 AMG Estate de la generación W210 hasta el Volvo 850 T5 R Estate, pasando por el Saab 9-5 Estate 2.3 Turbo. Fue la primera era dorada de los familiares deportivos.
Pero, a finales de los años 90 y, a pesar de haber lanzado el primer M5 Touring en su momento, la marca bávara no se atrevió a poner a la venta una variante familiar del BMW M5 de tercera generación, conocido por el código interno E39.
Se construyó un prototipo y, de haber llegado a producción con el glorioso V8 de 400 CV del E39, hubiera sido un duro rival para el Audi RS 6 Avant porque hubiera acelerado de 0 a 100 km/h en menos de 5 segundos y habría rozado los 300 km/h, como la berlina, pero BMW se atrevió a dar luz verde a este proyecto, por lo que existe un prototipo de este modelo.
Con la cuarta generación del BMW M5, conocido por el código interno E60, los de Múnich volvieron a las andadas y dieron el visto bueno a un nuevo M5 Touring de producción. Para diferenciarlo de la berlina recibió el código interno E61.
Llegó en 2007 y la receta era idéntica a la del BMW M5 berlina: un motor V10 de 5.0 litros derivado de la Fórmula 1 que desarrollaba 507 CV a 7.750 rpm, tracción trasera y un cambio automático SMG de siete relaciones.
Gastaba una barbaridad, pero su espectacular sonido lo compensaba, y también sus prestaciones: aceleraba de 0 a 100 km/h en 4,8 segundos y alcanzaba los 250 km/h (su velocidad máxima estaba limitada electrónicamente), todo ello con un maletero de 500 litros.
Y entonces volvió a pasar: BMW se olvidó de los M Touring. Ni el BMW M5 F10 ni el BMW M5 F90 que está a punto de desaparecer han tenido variante con carrocería familiar, pero parece que las berlinas deportivas están viviendo otra época dorada y BMW no está dispuesta a que Audi y Mercedes-AMG se repartan todo el pastel.
Por eso ha lanzado este mismo año el BMW M3 Touring, el primer BMW M3 con carrocería familiar de la historia. Dado que el M3 ha crecido de una forma brutal, podemos considerarlo el sucesor natural de esos BMW M5 Touring E34 y BMW M5 Touring E61 de los años 90 y primera década de los 2000, aunque ahora hemos sabido que el verdadero relevo de esos modelos será un tercer BMW M5 Touring.
Estará basado en la nueva generación del BMW Serie 5 que conocimos hace unos días y ya tenemos un adelanto en forma de teaser. Llegará en 2024 y supondrá el regreso del M5 Touring, esta vez con un sistema de propulsión parcialmente electrificado de nuevo desarrollo, según adelanta BMW, que compartirá con el M5 berlina.
La compañía alemana asegura que los primeros prototipos del nuevo BMW M5 Touring pisarán las calles a lo largo de los próximos días para comenzar la fase de pruebas en carretera abierta. De momento, acumularán kilómetros en las carreteras y autopistas de los alrededores de Múnich y en la sede de BMW M en Garching, Alemania.
Más tarde BWM continuará con su desarrollo en Nürburgring Nordschleife, entre otros lugares. El objetivo es “garantizar el equilibrio ideal entre prestaciones deportivas en circuito y un confort de marcha en la conducción diaria y en largas distacias”, como apunta BMW.
