Volvo ha anunciado la creación de una nueva empresa destinada a potenciar el desarrollo de un software de conducción autónoma no supervisada que "se integrará en la próxima generación de vehículos" de la marca sueca.
Así lo ha confirmado la propia firma en un escrito en el que detalla que su nueva entidad, que entrará en funcionamiento durante el tercer trimestre de 2020, es fruto de la división en dos de Zenuity, la joint venture participada al 50% por Volvo Cars y Veoneer, una firma especializada en la fabricación de componentes de seguridad para el sector del automóvil.
Por un lado se creará una nueva empresa independiente, propiedad de Volvo Cars, que se dedicará al desarrollo y "comercialización de software de conducción autónoma no supervisada" de forma independiente y con sus propios canales de distribución; mientras tanto, la segunda sociedad, capitaneada por Veoneer, se centrará en el desarrollo y comercialización de sistemas avanzados de asistencia al conductor.
Respecto al mencionado software de conducción autónoma no supervisada, se integrará en la próxima generación de vehículos basados en la plataforma de arquitectura SPA2 de la entidad. Esta se estrenará en la tercera generación del buque insignia de la marca, el Volvo XC90, que se convertirá en el próximo SUV cero emisiones de Volvo tras el XC40 Recharge.
Un paso más hacia el ambicioso objetivo de ventas de coches autónomos para 2025
"Con su próxima generación de vehículos, Volvo se ha propuesto introducir en las autopistas la conducción autónoma segura y no supervisada", añade Håkan Samuelsson, director ejecutivo de Volvo Cars, quien asegura que "dejar que la nueva empresa se dedique por completo a este objetivo nos ayudará a conseguirlo".
Por su parte, Dennis Nobelius, director ejecutivo de Zenuity, considera que esta estrategia les permitirá asentarse como un referente en la que se postula como una carrera de fondo esencial para el sector esta década: "Creemos que en el futuro solo habrá un pequeño número de plataformas globales de software de conducción autónoma y nuestro objetivo es que una de ellas sea la nuestra", explica.
En lo que concierne a las operaciones y el personal de Zenuity en Gotemburgo (Suecia) y Shanghái (China), pasarán a pertenecer a la nueva empresa propiedad de Volvo, mientras que las operaciones y el personal de Alemania y Estados Unidos quedarán bajo la dirección de Veoneer.
Cabe refrescar que el trabajo de Volvo en el desarrollo de esta tecnología no es ni mucho menos nuevo. La firma sueca es especialmente conocida en este ámbito por su afianzada alianza con Uber y sus vehículos de pruebas que prestan servicio en Pittsburgh y Tempe (Arizona), pese a que uno de estos coches atropelló y mató a una mujer, un accidente en el que falló absolutamente todo lo que podía fallar.
Asimismo, el fabricante deslumbró hace un par de años con la presentación del Volvo 360c Concept, un prometedor prototipo ideado para rivalizar con el transporte aéreo.
En este sentido, Volvo se marcó hace un par de años el ambicioso y optimista objetivo de que un tercio de sus coches vendidos en 2025 sean autónomos, además de que la mitad de sus vehículos vendidos sean 100% eléctricos.
Volvo Cars también está comprometida con una reducción continua de su huella de carbono, con la ambición de ser una empresa neutral en el clima para 2040.
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