En un reciente comunicado emitido por Volvo Trucks, la compañía ha anunciado que ha detectado que un componente de control de emisiones usado en algunos mercados, entre los que se encuentran Europa y Estados Unidos, se está degradando más rápidamente de lo esperado, lo que podría hacer que los motores excedan los límites de emisiones de óxidos de nitrógeno (NOx).
Volvo aún está analizando el problema, pero estima que el impacto "podría ser material".
Ante una posible llamada a revisión en varios continentes
Este problema de degradación de un componente del catalizador -provocado por el tiempo, han querido destacar- reduce la capacidad del componente para convertir los Nox con la eficiencia prevista, pero el fabricante asegura que, de momento, "no parece afectar a todos los vehículos y motores de la misma manera y en la misma medida".
Volvo asegura demás que este problema no plantea un problema de seguridad del producto, "ni afecta negativamente al rendimiento del vehículo o del motor" y que todos los camiones equipados con el componente cumplen con los límites de emisiones en el momento de la entrega.
La compañía sueca está ahora en proceso de informar a las autoridades correspondientes en varios mercados y comenzar las discusiones sobre los planes para abordar el problema, por lo que aún no han ofrecido datos sobre el volumen de motores o vehículos afectados o si será necesaria una llamada a revisión.
Tras el anuncio, emitido el 16 de octubre, las acciones del Grupo Volvo descendieron abruptamente. Según informa la CNBC, desde Volvo han comunicado que algunos conductores de camiones ya están siendo advertidos del incidente a través de una luz de advertencia en su cabina.
Y según apunta The Financial Times, algunos analistas han advertido que el mismo problema puede ocurrir en otras marcas de vehículos que compartan proveedor, como Daimler, MAN y Scania.
Por su parte, la Comisión de la Unión Europea dijo el martes que se pondrá en contacto con las autoridades suecas para obtener más información sobre el problema.