Los interiores de Volkswagen, por tradición, han sido sobrios pero no de mala calidad. El rumbo cambió con la llegada del eléctrico ID.3 para ajustar su precio lo máximo posible, arrastrando al resto de lanzamientos. Antes, el Golf 8 eliminó casi todos sus botones físicos sustituyéndolos por incómodos mandos capacitivos. Este cocktail ha sido muy criticado por los usuarios, con razón.
Esto va a cambiar. O al menos así lo ha prometido el jefe de diseño de la marca alemana: Volkswagen dejará de lado el plástico duro para sustituirlo por materiales más nobles, buscando ahorrar costes de otra manera que no implique penalizar tanto su calidad.
"Cuando abres la puerta de un Volkswagen, tiene que ser sencilla y funcional, y no demasiado decorada"
Volkswagen quiere mejorar sus interiores ahora plagados de plástico y molduras del tan manido negro piano. No es la primera vez que la firma recula en los últimos años: los eléctricos Volkswagen ID.3, ID.4 e ID.5 se renovaron poco después de llegar al mercado puliendo sus nada funcionales mandos táctiles.
Aunque lo hizo a medias: además de mantener muchos capacitivos, los elevalunas traseros y delanteros tienen botones compartidos. En el renovado Golf se ha redimido algo más, con un volante de mandos físicos y volviendo a botones para la climatización.
Ahora también lo harán con los materiales. "Intentaremos eliminar los plásticos baratos e invertir el dinero en telas y mejorar la calidad", ha señalado en una reciente entrevista Andy Mindt, jefe de diseño de Volkswagen.
La intención de la firma es recortar costes por otras vías, y a su vez recurrir a un material más caro que el plástico pero tampoco excesivamente costoso: tela y molduras textiles.
Mindt pone de ejemplo la arquitectura de la puerta, recurriendo a un "panel hecho en tres piezas". "Seguirá habiendo un tirador de puerta y un reposabrazos como antes, pero todo estará construido de una sola pieza. También hace que todo el proceso sea más sostenible".
Precisamente lo que quiere Mindt es volver a la esencia que siempre caracterizó a Volkswagen: "Cuando abres la puerta de un Volkswagen, tiene que ser sencilla y utilizable, y no demasiado decorada". Sobriedad y funcionalidad.
También apelando a la nostalgia: el jefe de diseño ha dejado caer que estas telas se inspirarán en "coches del pasado" y "específicamente para los modelos GTI". Lo que nos hace pensar irremediablemente en el patrón a cuadros en negro con detalles en rojo y blanco que lucían los Golf o Polo GTI y que casi se han diluido en los actuales.
Volkswagen está ahora sumida en una crisis notable, tras una pésima estrategia con sus modelos eléctricos. Tanto, que por primera vez en la historia se está planteando cerrar fábricas en Alemania porque sus eléctricos no se venden como debieran y las plantas no son rentables. La firma también ha anunciado despidos, que "necesitan" para sobrevivir porque "los costes laborales en Volkswagen son demasiado elevados".