Últimamente está cobrando fuerza la idea de que en en 15 años sea ilegal para un humano conducir. Lo dijo Dona Sarkar (líder del programa Windows y creadora de Hololens) en febrero y ahora lo ha vuelto decir Mar Hershenson, inversora de Silicon Valley.
Estamos de acuerdo que en 15 años es altamente improbable. Un cambio tan drástico no se puede hacer del día a la mañana como desean. Ahora bien, por desgracia para los que nos gusta conducir, es probable que de todos modos ocurra algún día en las próximas décadas. ¿Y qué clase de futuro nos espera entonces? Quizá uno a lo éx-Driver.
Ayer, me volvieron a comentar eso de que en 15 años será ilegal conducir. Y entonces me acordé de una serie de anime japonés que descubrí hace poco y sugerida por YouTube (soy fan de Wangan Midnight): éX-Driver.
ÉX-Driver nos presenta un futuro no tan lejano en el que está prohibido conducir y en el que nos movemos en coches autónomos sin controles a bordo, siendo todo el tráfico gestionado por un ordenador central. Como toda máquina, esos coches a veces tienen fallos o son pirateados.
Es entonces que las éX-Driver entran en acción con sus deportivos clásicos y analógicos. Y es que disponen de una licencia especial para poder detener al coche autónomo descarriado y salvar a sus ocupantes.
La serie sigue las peripecias de uno de los equipos nipones de éX-Driver. Lorna, que pilota un Lotus Europa, Lisa que domina todo un Lancia Stratos HF (tras accidentar su Subaru Impreza 22B) y Soichi, que controla un Caterham Seven.
Si bien resulta una visión un tanto deprimente para los que nos gusta conducir, aunque sea ya sólo por la sensación de libertad que nos da el poder hacerlo, al menos esta oscura visión deja un hueco al automóvil tal y como lo conocemos.
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