Otra de mis perversiones ocultas es buscar vídeos antiguos de prototipos que por su extrema extravagancia, ahora nos parecen una locura de proporciones descomunales pero que en la época en que se rodaron se consideraban verdaderos adelantos en la industria del automóvil.
El último con el que me he topado ha sido con este, de la extinta Mercury, en el que podemos ver un prototipo de volante cuanto menos curioso y porque no decirlo, realmente inútil, el Wrist-Twist. Ese nombre tan comercial en inglés se traduce simplemente como giro de muñeca en nuestro idioma.
Por lo que he podido entender, se trataba de una evolución del clásico volante convencional, algo que no ha cambiado apenas nada en los prácticamente más de 100 años de vida del mundo del automóvil. Para probarlo se montó sobre un 1965 Mercury Park Lane y por lo visto, parece que funcionaba bien. Sin que se me ofenda ninguna lectora, prácticamente dicen en el vídeo que lo puede conducir hasta una mujer…
Machismos aparte, lo cierto es que ese Wrist-Twist parece que podía aportar ciertas ventajas al mundo del automóvil. Es cierto que proporcionaba más espacio para las piernas, mejor visibilidad en el cuadro de mandos y una posición más relajada del conductor, pero tengo mis serias dudas de su utilidad real.
Por lo que se puede ver en el vídeo, parece que cada mando funciona de forma independiente. ¿Quiere decir eso que cada rueda gira también de forma independiente? No lo creo, pero es lo que parece. Si fuese así, ¿qué podría pasar si giras cada mando en una dirección a velocidad de crucero? No me lo quiero ni imaginar.
Incluso aunque funcionase sobre ambas ruedas a la vez, el hecho de controlar dos mandos con cada mano no parece la solución más acertada. La coordinación de ambas manos debería ser de maestro, aunque ciertamente no lo parece en el vídeo. La conducción no parece mucho más complicada que con un volante normal.
Lo que está claro es que aunque dudemos de su funcionamiento, muy bueno no debería ser. Han pasado 45 años desde que se grabó el vídeo y creo no haber visto ni un solo coche con este volante. Pero, ¿y lo bien que se lo pasarían los diseñadores inventando cosas tan extrañas? Sin duda alguna, los ’60 fue la mejor época para la creatividad de estos genios incomprendidos.
Vía | Carscoop
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