Este vídeo es de lo más increíble que he visto últimamente. Un chico está en Oviedo aparcado en zona azul de pago y ve como un controlador le pone una multa. Sale del coche, coge la multa y vuelve a entrar, y ve incrédulo como el controlador le pone otra multa. Así hasta tres veces en un minuto.
El chaval, mosqueado, sale con una cámara y graba una conversación que no tiene desperdicio. La escena es tan buena que parece hecha para un corto de cine. Momento antológico cuando el controlador responde “es igual, se la pongo sin estar”.
Vía | Daily Motion (Gracias a Ylka)