Como ya he comentado en más de una ocasión, conducir un Ferrari no es una tarea hecha para cualquiera: tracción trasera, potencia desbocada y ayudas electrónicas normalmente al mínimo para hacer más pura la conducción.
Si a eso añadimos el encontrarse en una concentración de Ferrari en el que todos quieren mostrar la potencia y el sonido de su motor , el cuento puede acabar mal.
Vía | autoblog.nl