Las Touristenfahrten o tandas para aficionados en Nürburgring Nordschleife están cada día más entretenidas. Tal vez por la popularización global del mítico trazado alemán, mucha gente acude allí para quemar sus ansias de correr. Incluso los hay que hacen 18.000 kilómetros en scooter para darse un par de vueltas.
Pero esa popularización, en parte provocada por los miles de vídeos que cada día se suben en Internet, también está provocando que cada vez sea más habitual ver accidentes graves en los Touristenfahrten. Sirva como ejemplo este que hoy os traemos, en el que uno de los populares Suzuki Swift de Rent4Ring acaba milagrosamente sobre las cuatro ruedas después de golpearse muy duro hasta tres veces contra los guardarraíles.
Todo ocurrió el pasado día 9 de octubre, solo unos días después de nuestra última visita al Ring, de la cual os contaremos cosas interesantes en muy poco tiempo. La pista estaba húmeda y delicada, y uno de los Suzuki Swift de Rent4Ring, otra de las empresas más conocidas de alquiler de coches junto a RSR Nurburg, toca ligeramente fuera de la pista y empieza el baile de salón.
A pesar de que el coche no venía en un apoyo demasiado pronunciado y que parecía que la velocidad era normal, es tocar un poco el cesped del lateral e irse contra el guardarraíl de su lado derecho. Primer impacto. Los guardarraíles están tan cerca en el Infierno Verde que jamás perdonan, así que de ahí le mandan ya completamente descontrolado contra el guardarraíl de la izquierda, donde golpea de forma muy fuerte.
El coche se levanta literalmente del asfalto, y llega a tener las cuatro ruedas en el aire hasta que milagrosamente el Karma se puso de su lado y no llegó a volcar. Eso sí, antes de que todo el baile termine, un nuevo empujón nuevamente contra el guardarraíl de la derecha para hacer que los airbag salten, que todavía no lo habían hecho.
Al final, un golpe muy fuerte pero que por suerte se ha saldado con pequeños daños materiales frente a lo que podría haber sido. Ni ha roto mucho el guardarraíl ni el coche, porque parece que golpea con el ángulo justo para no destrozar el frontal ni la parte posterior del mismo. Seguro que le costó un dineral la broma, porque en el Nordschleife no hay accidentes baratos, pero al menos esta vez lo ha podido contar.
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