Mientras que la preparación de Eibach se decantaba más hacía un coche de exhibición, los chicos de GeigerCars han optado por modificarlo al American Way.
Exteriormente apenas difiere de un Dodge Challenger SRT8 de serie. Exteriormente, porque lo que corre por sus tripas es bastante diferente. Para empezar, tenemos una potencia máxima de 596 CV. Es decir, 144 CV más para el HEMI V8 6.1 gracias al compresor que se le ha añadido. Bestial.
El par máximo también ha subido considerablemente, llegando a una cifra casi pornográfica, 680 Nm. Lo que se traduce en un aumento de 111 Nm. Con esto, se podría rivalizar casi de tú a tú con otra bestia parda, el Dodge Challenger SRT10 Concept. Casi, casi.
Los cambios no acaban aquí, pero aviso que si te marean los números cuando se habla de euros, mejor no sigas leyendo. Marean. Por ejemplo, la línea de escape completa se ha sustituido por una nueva, de acero inoxidable y diseñada para dar el mejor sonido posible. Vale 1.990 euros.
Con ese aumento de potencia, otras cosas también deben cambiar. El sistema de frenos se ha revisado al completo, con discos de mayor diámetro y pinzas de competición. Este nuevo sistema cuesta 6.644 euros.
La suspensión también se ha mejorado para una mejor respuesta en las curvas. Es de H&R y es ajustable en dureza y supongo que también en altura. Te la dan a cambio de 1.529 euros.
Un buen desembolso de dinero, pero los aparatos que hacen los chicos de GeigerCars, salvo excepciones, son verdaderas máquinas de quemar goma.
Vía | Motor Authority
En MotorPasion | Dodge Challenger tocado por Eibach, al Essen Motor Show
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