Jeep no ha vendido un sólo pick-up desde 1992, cuando el Comanche (derivado del Jeep Cherokee XJ) dejó de fabricarse. Eso sí, desde entonces, ha presentado varios pick-ups a modo concept cars.
Ahora que sabemos que habrá un pick-up derivado del Jeep Wrangler y que ya se ha podido ver un prototipo de ese futuro Jeep Scrambler (todo apunta a que ese será su nombre, pero aún no es oficial), repasamos qué sabemos hasta la fecha del Jeep más esperado de los últimos años.
Es oficial
Jeep volvió a tantear el mercado de los pick-ups con un concept car en 2005, con el genial Jeep Gladiator. A pesar del entusiasmo del público por ese modelo, nunca llegó a materializarse como un modelo de serie. Muchos otros concept cars le siguieron, pero ninguna estaba previsto para llegar al mercado.
Finalmente, a principios de 2016, Sergio Marchionne confirmó que la próxima generación de Jeep Wrangler contaría con una versión pick-up. Y a diferencia de muchos otros planes de producto de FCA, este sí es una realidad, pues ya se ha podido ver algún que otro prototipo.
Inicialmente, el debut del pick-up estaba previsto para 2017, pero la producción del modelo se ha retrasado hasta 2019, es decir, dos años después de la llegada del nuevo Jeep Wrangler. Para el CEO de Jeep, Mike Manley, el retraso se debe únicamente a la voluntad de la marca de asegurarse que no hay incidencias en la producción del Wrangler. (¿Y las preseries no sirven justamente para eso? ¿Dos años de producción para pulir el proceso?) Ambos modelos se fabricarán en la factoría de Toledo (Ohio) gracias a una inversión de 700 millones de dólares.
Carrocería de aluminio, soft top y motores diésel y gasolina
Al igual que el actual Jeep Wrangler, el nuevo modelo contará con un chasis de largueros y travesaños (disponible en dos batallas). La carrocería, siguiendo los pasos del Ford F-150, debería hacer un uso masivo del aluminio para reducir el peso global del coche y así reducir el consumo. Por cierto, habrá una versión con “soft top”, es decir, capota. Es una opción que había desaparecido en las últimas generaciones.
En cuanto a motores, la gran novedad debería ser un nuevo bloque gasolina de 4 cilindros en línea turbo de 300 CV como principal motor de la gama. El V6 3.8 litros de 285 CV del modelo actual se mantendría como tope de gama en gasolina. En ciésel se habla de un V6 turbo de 3.0 litros con sistema start/stop automático. Sin embargo, no se ha trascendido qué transmisiones equiparía el nuevo Wrangler.
Y por último, no habrá versión con motor Hellcat. Al menos, no en el lanzamiento, si bien no se descarta para mucho más adelante, como modelo halo para llamar la atención sobre la gama Wrangler.