Tesla ha publicado los resultados financieros del primer trimestre del año con la producción del Model 3 encabezando el informe. Tras el sonado parón en la producción del modelo 'low cost' a mediados de abril, la compañía ha comunicado que ha fabricado "más de 2.000 unidades durante tres semanas seguidas".
Las pérdidas de la compañía durante el primer trimestre han sido menores de las esperadas a pesar de quemar efectivo a un ritmo mucho más rápido que el trimestre anterior para alcanzar sus metas de producción: acumula casi el doble de pérdidas que en el mismo periodo de 2017, pero obtiene unos ingresos de 3.408 millones de dólares, un 26,4% más que hace un año.
Más saldo en efectivo, más gastos operativos y más pérdidas
Así, Tesla terminó el primer trimestre con un saldo en efectivo de 2.735 millones, un 19 % más que en el mismo periodo, una cifra que la compañía atribuye al aumento de las entregas del Model 3. Los gastos operativos ascienden a más de 1.000 millones de dólares, a lo que se suman las pérdidas que ya hemos comentado de 784 millones de dólares, o 4,19 dólares por acción.
La compañía reitera su expectativa de ingresos netos y flujo de caja positivo en el tercer trimestre y cuarto trimestre 2018, pero aún depende de que logren una tasa de producción del Model 3 de 5.000 unidades por semana, lo que mantienen ocurrirá a fines del trimestre.
Y es que Tesla sigue convencida de que conseguirán recuperar el tiempo perdido incluso antes de que las nuevas máquinas 'made in Germany' lleguen a Fremont. En cuanto a números de producción, Tesla fabricó durante los tres primeros meses del año 24.728 Model S y Model X y 9.766 Model 3.
En cuanto a entregas, contabilizan 21.815 Model S y Model X, y 8.182 Model 3, lo que hace un total de 29.997 entregas. Tal y como anunció en tono triunfalista hace unas semanas, Tesla afirma hacer establecido un récord de producción con un incremento del 40 % respecto al último trimestre de 2017 en lo que va de año.
"Nuestra comprensión de la producción está mejorando exponencialmente", dijo Musk en la conferencia de prensa posterior a los resultados. "Estamos viendo formas de lograr volúmenes mejorados con gastos de capital considerablemente menores, simplificando la línea de producción y comprometiendo a los empleados a mejorar la forma en que se fabrican las piezas".
Tras los resultados, las acciones de Tesla cayeron casi un 5 %, según la CNBC, aunque después remontaron, lo que significa que Wall Street ya está acostumbrada a los números rojos de la compañía y los inversionista mantienen su fe en el milagro Musk.
Si echamos la vista a los balances económicos de hace exactamente un año, la historia es la misma: la compañía crece, pero arrastra cada vez más pérdidas y quema dinero a una velocidad cada vez mayor. Para dar por zanjados los problemas con la máquina que fabrica a la máquina, Musk envió una carta bastante contundente a sus trabajadores (una carta que, probablemente, también iba dirigida a calmar los ánimos de los inversores).
Básicamente, cualquier trabajador que no sea capaz de alcanzar los objetivos marcados, deberá tener una buena razón que explique el por qué.
En cuanto a la llegada del Model Y, Musk afirma que veremos el crossover a principios de 2020, comenzando la producción en noviembre del año que viene en una localización aún por determinar. Esperamos que no se convierta en otro dolor de cabeza.