
En agosto, un empleado de Tesla murió electrocutado en la Gigafactory de Texas. La Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA por sus siglas) abrió una investigación para determinar si se debió a fallas de seguridad en la planta. El veredicto no ha sido favorable para Tesla: ha sido citada por violación de las normas de seguridad. También la familia del trabajador ha demando a la marca de coches eléctricos.
De momento no se han hecho públicos los resultados de la investigación, lo que levanta sospechas dado que Elon Musk está inmerso en una limpieza de departamentos gubernamentales por orden del gobierno de Donald Trump, siendo Trabajo uno de ellos. El historial no acompaña a Tesla, que atesora decenas de denuncias por violaciones de seguridad en sus plantas.
"La investigación está cerrada y se han emitido citaciones". Pero no sabemos qué ha pasado
Víctor Gómez, empleado de una subcontrata de Tesla, falleció el pasado 1 de agosto mientras inspeccionaba unos paneles eléctricos de la factoría que da salida a la Tesla Cybertruck. Según la demanda presentada por la familia de Gómez, fue por negligencia de Tesla: el panel debía estar inactivo durante la revisión, pero no fue así y Gómez murió electrocutado.
Pese a que la investigación ha concluido, la OSHA no ha publicado los resultados de la misma, limitándose a señalar que "la investigación está cerrada" y " que se han emitido citaciones", según recoge Reuters. Tesla tendrá pues que comparecer a una vista preliminar ante el juez.
A instancias de la OSHA, Tesla ya fue sancionada el pasado verano con 7.000 dólares por exponer a los empleados de la planta de Texas al cromo hexavalente "sin la supervisión ni la capacitación adecuadas". Se emplea en la fabricación de los paneles de la Tesla Cybertruck. Esta sustancia puede provocar cáncer, afecciones respiratorias y daños en riñones, hígado, piel u ojos.
¿Trato preferencial a Elon Musk por miedo a represalias? El hecho de que el organismo que vela por la seguridad de los trabajadores en EEUU no haya hecho pública la investigación está levantando sospechas sobre un posible tratamiento especial hacia Musk por parte de la OSHA. Greg Casar, miembro del Congreso adscrito al distrito en el que se incluye la planta de Tesla, ha enviado una solicitud a este organismo para que los publique.
"Los estadounidenses tienen derecho a saber si Tesla y sus contratistas ponen en riesgo la vida de un hombre y si Tesla seguirá las normas de seguridad en el lugar de trabajo en el futuro", ha señalado Casar.
Musk dirige actualmente el Departamento de Eficiencia Gubernamental, DOGE por sus siglas en inglés. Su cometido es el de desmantelar los organismos del gobierno federal que considere prescindibles y así recortar el gasto funcionarial. Al menos 15 agencias federales gubernamentales están en el punto de mira.
Entre los organismos con los que ya se ha reunido el DOGE está el Departamento de Trabajo (DOL por sus siglas en inglés), al que se supedita el OSHA. Trabajo ha sancionado a Tesla por numerosas violaciones de seguridad en sus fábricas: además de la mencionada en agosto, la marca ha tenido que pagar cerca de 400.000 dólares en multas por un total de 29 denuncias. Es el fabricante de coches que más sanciones y denuncias atesora en EEUU en los últimos años.
Así, sobre la mesa está un posible conflicto de intereses ya que las empresas de Elon Musk han estado reiteradamente en el punto de mira de este organismo. No solo Tesla, también por ejemplo Space X: sus instalaciones de Brownsville, igualmente en Texas, registraron una tasa de lesiones seis veces mayor que el promedio de la industria. Una investigación de Reuters señaló que cerca de 600 lesiones de este centro no fueron reportadas por Tesla a la OSHA. Fue uno de los reportajes por los que la agencia ganó el último premio Pulitzer.
A estos se añade que el Departamento de Eficiencia Gubernamental ha solicitado acceso a los expedientes de este organismo, lo que puede desalentar a los empleados a presentar denuncias. "Si supieras que tu nombre no se mantendrá en secreto, seguramente te lo pensarías dos veces antes de informar algo", ha señalado a The New Yorker David Michaels, quien fue director de la OSHA durante el mandato de Barack Obama.
Que caiga el Departamento de Trabajo, que es quien protege los derechos de los trabajadores, podría ser un movimiento muy impopular: muchos votantes de Trump son de clase trabajadora. Pero Musk y los analistas del DOGE son los que están sacando la guadaña, y el de Tesla no es precisamente amigo del organismo al que tiene que rendir cuentas por las fallas de seguridad de sus compañías.