"Mi Tesla estaba cargando bajo el sol ardiente. La carga cayó a 60 kW. Puse un paño en el mango y los kW subieron a los 95 kW". Se trata de uno de muchos mensajes que propietarios de la marca dejan desde hace años en los foros. No es nada nuevo, pero sí lo es que la marca decida pronunciarse el relación al 'truco de la toalla".
Tesla ha respondido a través de X a cabeceras como InsideEvs que han reportado el fenómeno, asegurando que no solo "no aumenta las velocidades de carga, sino que crea un riesgo de sobrecalentamiento o daños".
No debería pasar nada, hasta que pase
Sabemos que las altas temperaturas no solo afectan a la autonomía de los coches eléctricos, también a la red de carga y su velocidad. La marca ya tuvo que advertir en 2022 a sus clientes en Texas que no cargaran sus coches durante la ola de calor para no sobrecargar la red eléctrica, y a eso se le añade el efecto que tienen las altas temperaturas en las baterías, cuyo rango ideal se sitúa entre los 20 y los 25 grados centígrados.
Además, más allá de los 45-50 °C, los componentes electrónicos de la batería se deterioran más rápidamente y se observa una caída en el rendimiento de carga: a medida que la batería se acerca al punto de sobrecalentamiento, la velocidad de carga disminuye, ya que el sistema de gestión de la batería adapta el ritmo de carga a la temperatura. Y los usuarios de Tesla -y otras marcas- están recurriendo al denominado truco del paño mojado ante el hecho de que la entrega de la potencia no es lineal ni directa.
Se trata sencillamente de colocar un paño húmedo y frío en la manguera del cargador cuando está caliente para conseguir disminuir la temperatura (la exterior y la que desprende el propio proceso) y acelerar la carga, sobre todo en las estaciones de carga V2 Supercharger más antiguas que no cuentan con cables refrigerados. Hay usuarios que aseguran haber conseguido buenos resultados, como pasar de 58 kW a 119 kW. Pero la marca ha desaconsejado esta práctica:
"Colocar un paño húmedo en los mangos de los cables del Supercharger no aumenta las velocidades de carga e interfiere con los monitores de temperatura, creando riesgo de sobrecalentamiento o daños. Absténgase de hacer esto para que nuestros sistemas puedan funcionar correctamente y puedan detectar verdaderos problemas de carga".
Lo que quiere evitar Tesla es que una proliferación de esta práctica impida a sus sistemas monitorear correctamente la temperatura de carga y por ende, la velocidad a la que deben cargar en base al porcentaje y a la temperatura exterior: con la batería fría y al 10% de carga, el coche empezará a cargar con poca potencia e irá subiendo paulatinamente tras unos pocos minutos para entregar una potencia de casi 150 kW, en torno a los 148 kW o 149 kW (raras veces se alcanza la potencia máxima indicada).
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