El bloque europeo decidió ponerse las pilas 2019 para empezar a combatir la hegemonía asiática en la esfera de las baterías de los coches eléctricos, y por ende, la dependencia de Europa de países como China. Lo más interesante es que será España, más concretamente el País Vasco, quien lidere el llamado proyecto Defacto, ya en marcha.
El centro de investigación con sede en San Sebastián CIDETEC está a la cabeza de un consorcio formado por 13 socios que busca revolucionar la industria de fabricación de baterías en Europa, y hacerla más competitiva.
Arranca Defacto
La iniciativa, presupuestada en seis millones de euros por la Comisión Europea, tendrá una duración de 42 meses durante los cuales se pondrá en práctica "un método multidisciplinar que combina trabajo de laboratorio, prototipado y modelos multifísicos multiescala", explica el centro tecnológico, con el objetivo de reducir los costes de laboratorio y personal para mejorar el diseño de las celdas y su proceso de fabricación.
Today we launch #DEFACTO, a project funded by @EU_Commission under @EU_H2020 - accelerating battery development through multiphysics modelling! Coordinated by our colleague Elixabete Ayerbe- good luck! @Eayerbe1 pic.twitter.com/KnWUVxwlEd
— CIDETEC (@CIDETEC_) January 14, 2020
Según CIDETEC, especializado en el almacenamiento de energía, Ingeniería de Superficies y Nanomedicina, esto permitirá, por un lado, acelerar los procesos de investigación e innovación sobre el desarrollo de celdas, optimizando su diseño y funcionalidad y, por otro, incrementar la competitividad de la industria europea.
Este centro tecnológico también forma parte del proyecto europeo de baterías de magnesio E-Magic, con un presupuesto de 6,7 millones y una duración de tres años (hasta 2022). ¿Su objetivo? Explotar la alta capacidad de almacenamiento del magnesio y desbancar al litio.
El consorcio que conforma esta iniciativa está constituido por 13 socios: cinco centros de investigación, dos universidades (entre las que se encuentra la Politécnica de Madrid), dos grupos industriales, tres pequeñas y medianas empresas y la Asociación Española de Normalización. Todo ello coordinado por CIDETEC Energy Storage.
Y es que los componentes básicos de las baterías, las celdas electroquímicas, suponen un importante mercado para la industria europea, estimado en 250 billones de euros en 2025, según CIDETEC.
Por el momento, Asia lleva la delantera: China, Corea y Japón poseen la mayor capacidad mundial de fabricación.
Pero Alemania se está convirtiendo en un importante centro neurálgico de fabricación de baterías en Europa.
Además de la nueva Gigafactoría de Tesla en Berlín, la Comisión Europea ya ha aprobado recientemente un paquete de ayudas para que Opel y el fabricante francés de baterías Saft fabriquen celdas de batería para coches eléctricos en la planta de componentes de Opel en Kaiserslautern, en el oeste de Alemania.
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