En la era de los coches autónomos, que no olvidemos están a punto de convertirse en algo común en nuestras vidas, los hay que van más allá. En China han creado un coche que se conduce única y exclusivamente con la mente, a través de unos sensores que captan los impulsos del cerebro del conductor
Una vez que esos impulso son captados, se analizan y envían al sistema de procesamiento del coche que se encarga de transformarlos en órdenes del tipo acelerar, frenar o lo que haga falta. Aunque está lejos de comercializarse, ya que se trata de un proyecto de investigación, habrá que estar atentos al desarrollo de esta tecnología ya que se están realizando pruebas reales con el en China.
Los encargados del proyecto han sido investigadores de la Universidad Nankai de Tianjin y el fabricante automovilístico Great Wall Motor, esos coches que estaba previsto que llegasen a Europa en 2010 y por alguna razón se han retrasado. Tal vez este artículo te aclare un poco más los motivos.