Una de las razones por las que ha subido el precio de los coches es que, por normativa (al menos en Europa), deben llevar un arsenal de asistentes a la conducción. Equipar toda esa tecnología de serie en cualquier modelo tiene un precio, por lo que encarece la factura final del coche. En parte, ese es el motivo por el que ya no se venden coches baratos, sin embargo, la gente sigue necesitando estos coches asequibles, así que China tiene un plan. O más bien BYD para seguir creciendo en el escalafón mundial.
La firma asiática acaba de anunciar que equipará su tecnología de conducción de autónoma, denominada “El Ojo de Dios” en todos sus modelos, incluso en el pequeño Seagull eléctrico que se vende en China por menos de 10.000 euros al cambio y debería llegar pronto al mercado europeo.
La Inteligencia Artificial es clave
China tiene claro lo que tiene que hacer para ganar posiciones en la industria del automóvil global: vender la misma tecnología, pero más barata. Hasta ahora, se ha centrado en la electrificación, pero ha llegado el momento de abarcar un poco más y ya hay una compañía china que se ha propuesto abaratar la tecnología de conducción autónoma. ¿Cómo? Gracias a la Inteligencia Artificial, tanto a la propia de BYD como a la de otras empresas, como DeepSeek.
Se trata de BYD, el mayor fabricante de vehículos enchufables del mundo y uno de los rivales más serios que tiene Tesla. Precisamente, con esta nueva jugada, BYD lanza un dardo directamente a la marca de Elon Musk porque va a incorporar su tecnología de conducción autónoma en todos sus coches, incluidos los más baratos, de manera que la conducción autónoma va a estar al alcance de todos los bolsillos.
Tanto confía BYD en esta tecnología de conducción autónoma que ha elegido el nombre más grandilocuente posible para referirse a ella: “God’s Eye”, es decir, “El Ojo de Dios”, traducido al español.
Esta tecnología incluye funciones que, hasta este momento, han estado reservados a coches de gama alta, como el aparcamiento remoto a través del teléfono inteligente o el adelantamiento completamente autónomo en carretera.
“Estamos iniciando una era en la que la conducción autónoma es para todos. Esta tecnología ya no será un lujo inalcanzable, sino una herramienta esencial, como el cinturón de seguridad y los airbags”, ha dicho Wang Chuanfu, fundador de BYD, en un evento transmitido a través de internet desde la sede de BYD en Shenzhen, China.
Según señala CarNewsChina, Wang Chuanfu asegura que BYD tiene la base de datos de automóviles en la nube más grande de China. También ha dicho que en la plantilla de BYD hay más de 110.000 ingenieros, 5.000 de los cuales están especializados en Inteligencia Artificial y se dedican a hacer pruebas dinámicas para probar la conducción autónoma.
Gracias a su trabajo, ha desarrollado tres niveles para "El Ojo de Dios": A, B y C. El Ojo de Dios A, que es el más básico, cuenta con 12 cámaras, radares y sensores de ultrasonido. Los coches más baratos contarán con este nivel, incluido el Seagull, que cuesta menos de 10.000 euros en China y que podría llegar a Europa, aunque no con ese precio, si bien es cierto que seguiría siendo barato y que para encontrar coches en nuestro mercado con la misma tecnología de conducción autónoma habría que tener un presupuesto mucho más holgado.
El Ojo de Dios B es el nivel intermedio y añade un sensor LiDAR y un software más potente para mejorar la percepción de los asistentes. ala conducción y que sean más precisos. El Ojo de Dios C está reservado para los coches de la marca de lujo Yangwang de BYD; en este caso, hay tres LiDAR y un software todavía más potente.
Con este anuncio, BYD da la vuelta a la tortilla porque unas de las cosas que más se ha criticado de la marca es que ha avanzado mucho a la hora de hacer baterías, coches eléctricos e híbridos enchufables, pero no con la conducción autónoma. Con “El Ojo de Dios” eso debería cambiar.
La Inteligencia Artificial es una de las claves de este cambio, no solo la que desarrolla BYD, sino la de terceros. Prueba de ello es el interés que está mostrando BYD en la start up china DeepSeek, especializada en Inteligencia Artificial y, desde hace unas semanas, una de las rivales más duras para la estadounidense OpenAI, la dueña de ChatGPT que quiere comprar Elon Musk por miles de millones de dólares.
El objetivo de BYD es integrar DeepSeek en sus coches, pero no de la misma forma que está integrado ChatGPT en modelos de Stellantis o Volkswagen, sino para abarcar funciones más allá del multimedia, incluida la conducción autónoma. Otros gigantes chinos tienen el mismo objetivo que BYD, como Geely, Chery o Leapmotor. China quiere acabar con la hegemonía estadounidense en el sector de la Inteligencia Artificial y los coches chinos son una parte fundamental en esa ecuación.
Imágenes: BYD