La propuesta de Nie Yongbing, si es que es así como se llama el tipo de la foto, es (como mínimo) insólita. Inflar neumáticos con la nariz es una de esas actividades que uno no suele poner en el currículum, aunque durante la semana pasada, mientras todos estábamos pendientes de Detroit, este hombre consiguió en China su momento de gloria con un par de narices.
Dicen que el buen mozo, que cuenta ya 63 primaveras, consiguió hinchar cuatro neumáticos en 21 minutos y que, para añadir emoción a la gesta, esos cuatro neumáticos servían de pedestal a los ocho personajes que vemos en las imágenes. Para darle un toque más épico, resulta que todo viene por un consejo que le dio el médico hace tres años (o eso aseguran quienes cuentan la historia).
Doctor, doctor, que me encuentro un poco pachucho a mis 60 años, yo que aspiraba a ser uno de esos chinos que salen en los periódicos de Occidente superando en edad al mismísimo Matusalén.
Ah, pues un consejo le voy a dar. Coja usted el hábito de hinchar a pleno pulmón un globo cada día. Verá que en poco tiempo aumenta su capacidad pulmonar, se le hace más fácil el riego sanguíneo y hasta vive más años, sopla que te sopla hasta que la cabeza se le ponga del revés.
Pues mire usted qué bien. Lo voy a probar, y a ver hasta dónde llego.
O algo así. Total, la noticia viene de The Mirror... Pero no me diréis que no tendría su punto, esto de inflar neumáticos a soplidos. Con la de soplagaitas que tenemos en este país, acabábamos con el paro estructural en dos bufidos. Se coge a la gente que vale para currar y se les pone al tajo; y a los soplagaitas, a hincharse de darle aire a los neumáticos. Iba a ser todo un soplo de aire fresco, vamos.
Vía | The Mirror