El 6 mayo de 1994, el mundo presenció la inauguración del Eurotúnel, una obra monumental de ingeniería que conecta Francia con el Reino Unido a través del Canal de la Mancha. Con 50,5 km de longitud, es el tercer túnel más largo del mundo y el que tiene el tramo submarino más largo, con una profundidad media de 50 m.
Este túnel ferroviario revolucionó el transporte entre ambas naciones, pues el viaje entre ambas apenas dura 35 minutos. Sin embargo, para llegar hasta aquí hubo una larga historia de fracasos, debates y una determinación que se extendió durante siglos.
El abandono del Canal de la Mancha: el error más caro de su historia
El sueño de conectar Francia y Reino Unido bajo el Canal de la Mancha se remonta a 1802, cuando el ingeniero francés Albert Mathieu-Favier propuso a Napoleón hacer un túnel iluminado por lámparas de aceite, por el que los carruajes tirados por caballos podrían cruzar de lado a lado.
En contraste con esta visión romántica y rudimentaria, la tecnología actual del Eurotúnel emplea trenes de alta velocidad y sistemas de iluminación y ventilación altamente sofisticados, con sensores automáticos para monitorear las condiciones internas en tiempo real. Es una red eficiente y automatizada que transporta a miles de personas y vehículos diariamente bajo el mar, y se considera "una de las siete maravillas del mundo moderno".
El primer acuerdo entre ambas naciones para hacerlo posible llegó en 1964, cuando se decidieron iniciar estudios preliminares de viabilidad. Tras tener listas las máquinas y el personal, la construcción comenzó finalmente en 1974. Apenas un año después, el gobierno laborista británico canceló el proyecto de forma precipitada, generando sorpresa e incredulidad.
Sirva de ejemplo este vídeo de Nationwide, emitido originalmente en BBC One, el viernes 21 de febrero de 1975 (un día después del anuncio):
La crisis económica, los elevados costos —que se habían duplicado— y las dudas sobre la permanencia del Reino Unido en la Comunidad Económica Europea fueron los principales motivos que provocaron que se abandonara tras excavar solo 300 metros de galerías.
El secretario de Medio Ambiente británico de la época, Anthony Crosland, quien llevaba al frente del proyecto más una década, criticó duramente la decisión de su Gobierno: “Cualquier argumento basado en el costo se aplica igualmente a sistemas alternativos. Espero que, en el peor de los casos, esto solo se posponga. Cuanto antes se construya, mejor”, recogen las actas del Parlamento del 20 de enero de 1975.
Crosland no se equivocó: los costes de cancelación ascendieron a 17 millones de libras, y el proyecto quedaría paralizado durante más de una década. Mientras tanto, del lado francés, la tuneladora utilizada fue vendida a Turquía, donde se empleó en el túnel Moda de Estambul.
El reinicio del proyecto: la visión de Thatcher y Mitterrand
En 1981, el panorama cambió. Margaret Thatcher y François Mitterrand acordaron evaluar una versión financiada exclusivamente con fondos privados, un enfoque innovador entonces que sentó un precedente para materializar proyectos de infraestructura ambiciosos.
Tras analizar varios proyectos, se adjudicó la concesión al grupo anglofrancés CTG/F-M, en 1986, para construir un túnel doble destinado a trenes convencionales y lanzaderas para vehículos. La construcción arrancó en 1987, reutilizando los primero 300 metros excavados en 1975 por los británicos.
Las tuneladoras, con un diámetro de 8,78 metros y un peso de 11.000 toneladas, avanzaron desde ambos lados del Canal hasta encontrarse a finales de 1990. El proyecto involucró a 13.000 trabajadores y requirió una inversión total de 16.000 millones de euros. La obra culminó en 1993, y el Eurotúnel fue inaugurado oficialmente en 1994, por la reina Isabel II y el presidente Mitterrand.
Eurotúnel: características y datos curiosos
El Eurotúnel es una obra maestra de la ingeniería moderna. Estas son algunas de sus principales características:
- Diseño: Consta de tres túneles principales: dos ferroviarios de 7,6 metros de diámetro y uno de mantenimiento de 4,8 metros, unidos por conductos transversales cada 375 metros.
- Longitud: De sus 50,5 kilómetros, 39 son submarinos, convirtiéndolo en el túnel submarino más largo del mundo.
- Velocidad: Los trenes alcanzan hasta 140 km/h, completando el trayecto entre Coquelles (Francia) y Folkestone (Reino Unido) en 35 minutos.
- Shuttle: Además de pasajeros, tiene lanzaderas que transportan automóviles, camiones y motos. Los pasajeros pueden permanecer en sus vehículos o disfrutar de zonas comunes durante el trayecto.
- Resistencia extrema: Está diseñado para soportar terremotos y otros desastres naturales, y ya ha sufrido varios incendios.
- Vida marina protegida: Durante la construcción, se implementaron medidas para proteger la fauna marina y minimizar el impacto ambiental.
- 4,9 millones de metros cúbicos de marga calcárea y esquisto se destinaron a crear la reserva natural de "Samphire Hoe", que aumentó el tamaño del Reino Unido en 90 acres, es decir, 364.217 m2.
- Leyendas urbanas: Circulan historias sobre "túneles secretos" que supuestamente conectan el Eurotúnel con instalaciones militares, aunque no existen evidencias oficiales que respalden estas afirmaciones.
- Kilómetros totales excavados: Para completar el proyecto, se excavaron en total 150 kilómetros de túneles, incluyendo los de acceso y mantenimiento.
Hoy, el Eurotúnel es una infraestructura clave para Europa, generando ingresos superiores a 1.000 millones de euros anuales y su modelo de financiación, está basado en concesiones privadas hasta 2052. Además de facilitar el comercio y el turismo, su diseño sostenible ha reducido la dependencia del transporte por ferry, minimizando los riesgos climáticos y mejorando la eficiencia energética.
Según 'LeSuttle', aproximadamente 1,5 millones de camiones de mercancías cruzan el Canal de la Mancha cada año con la compañía. "Es una ruta vital para el comercio, especialmente en la era post-Brexit. El 25 % del comercio entre el Reino Unido y la UE pasa por el túnel del Canal de la Mancha con LeShuttle".