Carlos Tavares

El gigante automovilístico se enfrenta a una reestructuración que podría significar el final de algunas de sus icónicas marcas... o no.

Chrysler creó los motores HEMI V8 en los años 50. Carlos Tavares acabó con ellos.

El equivalente a 1.586 años de salario para un empleado temporal en una fábrica de Stellantis.

La estrategia de Tavares se ha centrado en salvar reputación por encima del interés y necesidades de la compañía. La gota que ha colmado el vaso en la directiva de Stellantis.

Carlos Tavares dejará de ser el CEO de Stellantis a principios de 2026.

Stellantis quiere luchar contra el coche eléctrico chino haciendo lo mismo que las marcas chinas.

"El hecho de que hayan perdido a tantos altos ejecutivos demuestra que es una situación lamentable", explican los analistas.

El CEO amenazó con vender las marcas de Stellantis que no den beneficios. Solo unos días después, sabemos que Maserati ha perdido 82 millones de euros en el primer semestre de 2024.

Los beneficios de Stellantis han caído casi un 50 % entre enero y junio. El gigante automovilístico se encomienda a los nuevos lanzamientos, pero también se apretará el cinturón.

Stellantis ha encontrado en Serbia un punto neurálgico para llevar a cabo su ofensiva: en 2022 firmaron un acuerdo de 190 millones de euros para la producción de un vehículo eléctrico en su planta de Kragujevac.

Este movimiento no sólo pretende impulsar las ventas de Fiat, sino las fábricas italianas de la marca.

Por su trabajo durante 2023, Carlos Tavares ganará el equivalente a 1.586 años de sueldo para un empleado temporal de la compañía.

Tavares mantiene su guerra abierta con los coches chinos que amenazan a Stellantis y las marcas europeas, pero también con Italia. De momento, el Milano será el primer Alfa Romeo que no se fabrique en el país transalpino.

Vender menos coches, pero más caros, se ha terminado.

El hidrógeno es el plan B de Stellantis a los coches eléctricos de batería. Ahora también tiene plan C: los eFuels

La falta de tierras raras para el coche eléctrico sigue llevando su precio al alza, con el riesgo de una movilidad eléctrica reservada para unos privilegiados.