Los rumores hablaban de un SUV de Skoda con siete plazas, no parecían nada descabellados y se confirmaron. En teoría el año que viene la marca checa contará en su gama con un vehículo de estas características y lo presentará en el Salón de Ginebra. Y digo en teoría porque a lo mejor se adelanta y podemos verlo antes a tenor de los últimos acontecimientos.
Por una parte Volkswagen parece lanzada definitivamente a fabricar un SUV de estas características basado en el Crossblue y por otro lado ya hay fotos por la red de un prototipo Skoda con siete plazas circulando por vías públicas. El coche en cuestión lleva una carrocería alargada de Yeti, aunque todo apunta a que simplemente se está utilizando para probar la nueva plataforma.
El Yeti es un coche que gusta al que lo prueba, pero desgraciadamente su estética cuadradota no ha triunfado. Sí, hay a quien le gusta, a mí por ejemplo no me entusiasma por culpa de un precio que se escapa un poco, pero la estética me parece robusta y, si fuese un poco más barato, me parecería todavía más atractivo.
Pero lo más probable es que el nuevo SUV de Skoda apunte más alto, con una estética más de todocamino, más estilizado y, muy probablemente, cercano al modelo de Volkswagen. Todo esto en busca de un público más exigente, en la línea de los últimos lanzamientos de Skoda, que se quiere quitar de encima esa imagen de barato y lo está consiguiendo por un triple motivo: calidad, diseño y un precio que ya no es precisamente económico.