Probamos el Škoda Kodiaq: un cómodo y práctico SUV para todos los públicos que se electrifica, pero no renuncia a los motores diésel de toda la vida
Škoda ya tiene mucha experiencia en el mundo de los SUV, tanta, que el buque insignia de su gama todocamino acaba de estrenar segunda generación. La segunda entrega del Škoda Kodiaq es todavía más grande, más cómoda y está mejor equipada.
Llega con un motor de gasolina híbrido ligero con la etiqueta ECO de la DGT, con dos diésel 2.0 TDI y con un conjunto híbrido enchufable que permite hacer más de 110 km en modo eléctrico y es compatible con la carga rápida.
El Škoda Kodiaq es el SUV más grande de la marca checa
Con el paso del tiempo, Škoda ha dado forma a una gama SUV lo suficientemente amplia como para encajar con casi todo tipo de conductores, y sigue creciendo para adaptarse a los tiempos que corren.
A lo largo de los últimos años han llegado los Škoda Enyaq, Škoda Enyaq Coupé y el recién presentado Škoda Elroq, todos ellos 100% eléctricos, pero la marca checa no se olvida de los clientes que no quieren o no pueden pasarse a las cero emisiones, por lo que también está renovando sus todocaminos no eléctricos.
El último en ponerse al día es el Škoda Kodiaq, el SUV más grande de la compañía. Su primera generación llegó en 2017 y ahora se pone a la venta una segunda generación completamente renovada, aunque la filosofía es prácticamente idéntica a la del modelo anterior: mucho equipamiento, mucho confort y, sobre todo, mucho espacio (todavía más que antes).
Este nuevo Kodiaq se asienta sobre la misma plataforma MQB que su predecesor, pero crece hasta los 4,76 metros de largo. Son solo 6 cm más, pero su diseño hace que parezca un coche bastante más grande porque tiene un aspecto muy robusto, con una cintura muy alta y un frontal en el que destaca la enorme parrilla.
El lenguaje de diseño es similar al del nuevo Škoda Superb, pero tiene rasgos propios, como el pilar C de un color distinto al del resto de la carrocería o los faros divididos en dos, que puedes ser matriciales (Matrix LED). Según cuenta la marca, una de las cosas que ha mejorado en esta generación del Kodiaq es la aerodinámica porque ha pasado a tener un Cx de 0,28.
Por dentro tiene todavía más cosas en común con el Superb, hasta el punto de que el diseño del salpicadero y la disposición de mandos parecen exactamente iguales.
Y eso es bueno porque Škoda lo ha clavado con el Super, con una gran pantalla para el cuadro digital (hasta 13 pulgadas), que es completamente personalizable y proporciona mucha información, una pantalla táctil central todavía más grande con un nuevo sistema de infoentretenimiento mejor conectado y más rápido (también con Chat GPT por si necesitas que la IA te acompañe mientras conduces), y soluciones tan prácticas como los diales circulares.
A priori, estos mandos redondos con una pequeña pantalla a color en su interior parecen corrientes, pero pulsando sobre ellos cambia su funcionalidad, de manera que el mismo mando izquierdo sirve para gestionar la temperatura del climatizador, la ventilación del asiento del conductor y la calefacción. Lo mismo se puede hacer, pero con el lado del copiloto y su asiento, con el botón derecho, mientras que las funciones del dial central son personalizables (puede servir para regular el volumen del audio, seleccionar los modos de conducción, etc.).
También sigue los pasos del Superb si hablamos de calidad. Škoda ha dado muchos pasos hacia delante en esta cuestión a lo largo de los últimos años y este Kodiaq es el perfecto ejemplo del nivel que tiene ahora la marca checa, con muy buenos ajustes, materiales de calidad por todas partes y un gran trabajo en materia de insonorización.
Lo bueno es que los de Mladá Boleslav no se han olvidado de la practicidad y siguen teniendo muchos detalles que facilitan la vida al conductor y los ocupantes, desde los múltiples huecos portaobjetos que hay repartidos por el interior, hasta el ya clásico paraguas que se esconde en lateral de la puerta del conductor.
En el Kodiaq en particular, parte de la practicidad viene dada por la tercera fila de asientos que le permite tener siete plazas. Tanto delante como en la segunda fila de asientos hay mucho espacio disponible, incluso pueden viajar cinco adultos en ellas, pero los dos asientos de la última fila solo sirven para niños.
Además de que el acceso desde las puertas traseras no es el más cómodo, hay poco espacio en todas las cotas, sobre todo, para las piernas. Cuando no se utilizan estos dos asientos posteriores, se pueden plegar y el suelo del maletero queda plano. Aunque siempre existe la posibilidad de comprar directamente el coche con cinco plazas.
En el caso del siete plazas, con la configuración de cinco asientos disponibles, Škoda dice que el maletero del Kodiaq tiene 910 litros de capacidad, pero en esa cifra se incluye el espacio que hay hasta el techo, es decir, por encima de la cortinilla enrollable que impide que se vea lo que hay dentro del maletero desde las ventanillas y desde el habitáculo.
Desconocemos la cifra real de capacidad, pero, en cualquier caso, es un maletero gigante (siempre que no se utilicen las siete plazas), con formas bastante limpias para aprovecharlo al máximo y con una gran boca de carga gracias al amplio portón trasero. En un coche con un enfoque tan familiar como este, el maletero debe ser grande y el del Kodiaq cumple con creces.
También es sobresaliente la habitabilidad de las plazas delanteras y las tres del medio y a la hora de instalar una sillita de bebé en estas últimas, viene bien que las puertas tengan un ángulo de apertura muy amplio.
Al volante del Škoda Kodiaq: confortable y preparado para devorar kilómetros
Hay otra cosa que tienen en común el nuevo Škoda Kodiaq y el Škoda Superb: la gama de motores. Es lo suficientemente amplia como para adaptarse a todas las necesidades porque hay opciones diésel, gasolina MHEV e híbridas enchufables; también hay versiones con tracción delantera y con tracción total, pero todas tienen cambio automático DSG.
La motor de acceso a la gama es el 1.5 TSI mHEV de 150 CV con la etiqueta ECO de la DGT. En la toma de contacto no he podido conducir esta variante, pero sí he hecho muchos kilómetros con un Superb con esta motorización y era más que suficiente para mover a esa berlina, que es todavía más grande que el Kodiaq (mide 4,91 metros de largo).
Lo que más me sorprendió fue el consumo porque gasta realmente poco, y eso, con los 55 litros del depósito de gasolina que tiene el Kodiaq, es sinónimo de una gran autonomía. Además, es un motor suave y agradable, si bien es cierto que la parte eléctrica no se nota absolutamente nada al volante.
El Kodiaq también puede ser diésel, de hecho, está disponible con dos niveles de potencia del motor 2.0 TDI: 150 CV y 193 CV. El menos potente se combina con la tracción delantera y el más potente con la tracción total.
En la toma de contacto, conduje un Kodiaq 2.0 TDI de 150 CV por ciudad, autovía y caminos (pistas en muy buen estado). Es un motor que empuja muy bien desde bien abajo y que también tiene un tacto agradable, aunque buena parte de la culpa de que se oiga poco dentro del habitáculo es de lo bien aislado que está el interior del Kodiaq.
Este bloque 2.0 TDI forma buen tándem con la caja de cambios DSG de siete marchas y sus 150 CV permiten al Kodiaq moverse de forma correcta, incluso es suficiente para adelantar con garantías en carreteras secundarias mientras firma consumos de unos 6,5 l/100 km. El depósito de diésel también es de 55 litros en este caso, así que se pueden hacer fácilmente más de 800 km entre repostaje y repostaje.
Por encima del 2.0 TDI de 150 CV está el 2.0 TDI de 193 CV, que es el único motor ligado a un sistema de tracción total. En caso de vivir en zonas de montaña con mal clima o de arrastrar un remolque o una caravana, esta versión es la más interesante de la gama, aunque no está electrificada de ninguna forma, como el 150 CV, por lo que se conforma con la etiqueta C de la DGT.
Si te preocupan las restricciones a la circulación, el Kodiaq 1.5 TSI iV híbrido enchufable tiene el distintivo CERO de la DGT. Esta alternativa combina el motor 1.5 TSI gasolina de cuatro cilindros con uno eléctrico para desarrollar 204 CV, siempre asociado a un cambio DSG de seis marchas y a la tracción delantera.
De suministrar la energía al motor eléctrico se encarga una batería de iones de litio de 19,7 kWh de capacidad que permite al SUV checo homologar una autonomía eléctrica de 112 km en ciclo combinado WLTP. A la hora de cargarse, puede hacerlo en corriente alterna a una potencia máxima de 11 kW y en corriente continua a una potencia de 50 kW, por lo que con la carga rápida necesita unos 30 minutos para cargarse por completo.
Precios del Škoda Kodiaq
El Škoda Kodiaq ya está a la venta desde 42.960 euros en su variante 1.5 TSI 150 CV DSG 4x2 m-HEV con etiqueta ECO y el acabado Selection. Por su parte, el 1.5 TSI iV DSG 4x2 PHEV parte desde los 49.560 euros con la misma terminación Selecion, mientras que el 2.0 TDI 150 CV DSG 4x2 Selection arranca en 46.050 euros y el 2.0 TDI 193 CV DSG 4x4 en 49.160 euros.
VERSIÓN |
PRECIO |
---|---|
Škoda Kodiaq 1.5 tsi 150 CV dsg 4x2 m-hev selection |
42.960 € |
Škoda Kodiaq 1.5 tsi iV 150 CV dsg 4x2 selection |
42.960 € |
Škoda Kodiaq 2.0 TDI 150 CV dsg 4x2 selection |
46.060 € |
Škoda Kodiaq 2.0 TDI 193 CV dsg 4x4 selection |
49.160 € |
Škoda Kodiaq 1.5 tsi 150 CV dsg 4x2 m-hev DESIGN |
45.960 € |
Škoda Kodiaq 1.5 tsi iV 150 CV dsg 4x2 design |
52.560 € |
Škoda Kodiaq 2.0 TDI 150 CV dsg 4x2 DESIGN |
49.060 € |
Škoda Kodiaq 2.0 TDI 193 CV dsg 4x4 DESIGN |
52.160 € |
Škoda Kodiaq 1.5 tsi 150 CV dsg 4x2 m-hev sportline |
47.360 € |
Škoda Kodiaq 1.5 tsi iV 150 CV dsg 4x2 sportline |
53.960 € |
Škoda Kodiaq 2.0 TDI 150 CV dsg 4x2 sportline |
50.460 € |
Škoda Kodiaq 2.0 TDI 193 CV dsg 4x4 sportline |
55.460 € |
El acabado Selection es el básico y por encima hay otros dos: Design y Sportline. Con la terminación base, el Kodiaq ya lleva de serie barras del techo, llantas de aleación de 18”, faros LED, cristales tintados, pilotos traseros LED, asientos delanteros calefactados, climatizador de tres zonas, control de crucero, acceso y arranque sin llave, sensores de aparcamiento delante y detrás, cuadro digital, pantalla táctil central de 10”, freno de estacionamiento eléctrico o cámara de marcha atrás.
El Design añade llantas de 19”, techo corredizo panorámico o tapicería de cuero, entre otras cosas. El Sportline suma detalles estéticos más deportivos, faros Matrix o asientos deportivos. Los tres acabados se pueden combinar con varios paquetes de equipamiento opcional y más adelante se incorporará a la gama la versión deportiva Škoda Kodiaq RS con 258 CV y una puesta a punto específica.