Probamos el Skoda Superb híbrido enchufable: todo un cochazo con 120 km de autonomía eléctrica para devorar kilómetros y no echar de menos el diésel

En plena fiebre SUV, y pese a tener varios todocamino en su gama, Skoda sigue apostando por el Superb como su coche insignia: una berlina. Le sigue saliendo rentable, ya que "tiene mucho peso en algunos mercados europeos" señala Skoda España. El Skoda Superb acaba de estrenar su cuarta generación y ya lo hemos hemos probado.

Si bien se sigue ofreciendo en versiones gasolina y diésel, con opciones de tracción delantera y total, ahora cuenta con más variantes electrificadas: estrena una versión mild-hybrid de gasolina y mantiene el híbrido enchufable, de etiqueta ECO y CERO respectivamente. Además de ser una berlina cómoda y funcional, da un paso más en calidad.

Un maletero enorme, mucho espacio y soluciones simply clever no sólo funcionales

El nuevo Skoda Superb es aún más largo: supera los 4,9 m tanto en carrocería sedán como la Combi (algo más corta), creciendo en 4 cm en ambos. Pero su distancia entre ejes no varía: se mantiene en 2,84 m. También es algo menos ancho y alto, ofreciendo una imagen más dinámica pero manteniendo su elegante silueta.

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Skoda ha ajustado varios de sus elementos para mejorar su hacer sobre el asfalto. Por ejemplo los aletines que enmarcan la salida del aire que reducen turbolencias o el nuevo fondo plano que ayuda a que sea un 15 % más aerodinámico junto a un techo optimizado o una zaga algo más inclinada: ahora firma los 0,23 cx.

A tope de espacio y con soluciones simply clever premium. Gracias a sus casi 3,0 de batalla, tiene espacio de sobra en las plazas traseras para las piernas o la cabeza (del cojín al techo tiene más de 1,0 metro). Los asientos posteriores son comodísimos y equipan soluciones como un enorme reposabrazos central que integra posavasos y un soporte para tablets. También encontramos reposacabezas con laterales extensibles o cortinillas laterales integradas en el las ventanillas.

Este es el espacio del nuevo Superb en las plazas traseras para un ocupante de 1,64 m. Pocos ocupantes darán con las piernas en el respaldo delantero. En el centro, el bosillo para smartphone, que va separado.

En general este Skoda Superb está plagado de estas soluciones simply clever con regusto premium: los bolsillos de los respaldos delanteros incluyen uno específico para el móvil y la cortilla del maletero en el Combi se desliza automáticamente cuando abrimos el portón del maletero.

Y hablando de maletero, el de este nuevo Skoda Superb es aún más grande que el del modelo anterior, ofreciendo hasta 30 litros más de capacidad. Está entre lo más espaciosos de su segmento, casi llegando a los 650 litros en la berlina y firmando los 690 litros en el Combi ampliables a nada menos que 1.920 l. Aunque el PHEV se queda en 510 litros y 1.770 litros respectivamente.

El maletero del Skoda Super Combi PHEV, a pesar de perder algunos litros, sigue siendo enorme. Se le puede integrar una segunda bandeja para portar ciertos objetos. El cable de carga cabe en el vano del doble fondo.

Más pantallas y sistemas ADAS. Como no podía ser de otra manera, el Skoda Superb ahora es más tecnológico. Además de la instrumentación digital de 10 pulgadas, y la nueva pantalla multimedia de 13 pulgadas que flota delante del salpicadero, estrena por primera vez Head-Up Display.

El túnel central es más diáfano gracias a integrar el selector del cambio en el volante, igual que los nuevos modelos de Volkswagen. Así queda más queda libre, contando con un reposabrazos de doble hoja con un cofre bastante profundo, dos posavasos y un hueco para el teléfono móvil que siempre equipa carga inalámbrica.

Los Smart Dials son táctiles, pero también manuales: para funciones como ajustar la temperatura o los modos de conducción basta con girarlos, lo que se agradece si estamos en marcha porque no nos distraen de la carretera.

Pese a las pantallas encontramos mandos físicos, destacando los nuevos selectores Smart Dials. Son un total de tres e integran una pantalla táctil de acceso directo. Desde ellos se contrala la climatización, la calefacción o ventilación de los asientos o bien los modos de conducción en el central.

También es más seguro: monta hasta 10 airbag incluyendo ahora uno entre los asientso delanteros. Y por supuesto no faltan nuevos sistemas de asistencia. Además de mejorar algunos de los que ya equipaba, como el mantenimiento de carril, la frenada automática de emergencia que incluye ahora asistente en giro, o el asiste de luces inteligentes (sus faros pueden ser LED matriciales según acabado), también suma nuevos.

Cuando equipa los asientos traseros calefactados, el Superb dispone de otra pantalla para manejarlos, así como la climatización trasera. Todas las versiones incluyen las dos tomas USB-C para las plazas posteriores.

Entre ellos destaca el asistente de salida, el aviso activo trasero (para vehículos o peatones) y el sistema de aparcamiento remoto, que le permiten aparcar y desaparcar manejándolo desde el móvil. Esta última función es un extra que estará disponible más adelante.

A los mandos del nuevo Skoda Superb

La versión que hemos probado de esta nueva generación del Superb es la híbrida enchufable que sólo está disponible en la carrocería familiar Combi. Equipa un motor gasolina 1.5 TSI que suma fuerzas con uno eléctrico para rendir 204 CV. Es algo menos potente que el anterior. Va gestionado por el tradicional cambio automático DSG de doble embrague de seis velocidades.

El puesto de conducción es igualmente muy cómodo, gracias a los asientos ergonómicos que tienen calificación AGR que integra el acabado más completo L&K que es el que hemos catado. Pero de serie desde el más básico son de ajuste eléctrico, con apoyo lumbar y van calefactados.

El selector del cambio en el volante está muy a mano, aunque accionarlo es algo incómodo, ya que se gira hacia delante o hacia atrás para seleccionar todas las posiciones excepto la P, que va por botón. Personalmente prefería el anterior selector, más intuitivo. Todo es cuestión de acostumbrarse.

En este acabado L&K monta de serie el chasis adaptativo DCC Plus, que ha sido ajustado para mejorar el confort de marcha. Desde luego es muy confortable: absorbe las irregularidades del terreno a la perfección y da la sensación de ir sobre una alfombra sobre el asfalto.

Este nuevo Superb me parece tan cómodo como funcional, aunque tiene algunos aspectos en los que podría mejorar. Por ejemplo, aunque dispone de un selector de modos de conducción con mando físico (la ruleta central de los Smart Dials), si queremos activar el modo eléctrico tenemos que hacerlo desde la pantalla multimedia. Y eso supone hacer un par de clics, dejando de mirar la carretera.

Facilitar esta tarea en un PHEV es fundamental y más en este Superb que ha aumentado su autonomía eléctrica en 50 km, homologando hasta 120 km circulando sólo en eléctrico.

Sea como fuere destaca por el nivel de personalización de conducción:  también podemos definir el modo híbrido, por ejemplo si queremos que la recuperación sea automática, fuerte o baja (reteniendo más o menos). Y en esta variante con DCC el modo Individual es muy completo: se pueden adaptar las suspensiones, la electrónica o la dirección, entre otros.

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Pese a ser una berlina de casi cinco metros no es un coche torpe y tiene una dinámica excelente. Durante el trayecto, todo por carreteras secundarias y alguna travesía, fuimos esencialmente en modo Sport: en este modo la respuesta del acelerador es más rápida y endurece un poco las suspensiones, sin resultar nunca duras.

Los asientos con calificación AGR en el acabado L&K con función memoria permiten guardar hasta tres perfiles diferenciados.

En general este Skoda Superb es un coche sobre todo confortable y apunta a perfecto compañero para largos viajes: por espacio en el interior, por maletero y por lo bien que va en carretera.

La batería del Skoda Superb PHEV se carga por completo en dos horas y media en un Wallbox doméstico de 11 kW y puede recarga a un máximo de 50 kW en tomas CC, pasando del 10 al 80 % en 25 minutos.

Una gama más simple, a la espera del Sportline

El nuevo Skoda Superb es una berlina que arranca en más de 45.000 euros, así que no hablamos de un coche barato. Tampoco pretende serlo: desde su acabado más básico ya encontramos muchos elementos premium. De momento se ofrece en Selection y L&K, mientras que el Sportline se lanzará a finales de año.

En su versión de acceso Selection equipa bondades como climatizador trizona, apertura manos libres para el portón del maletero (que siempre es eléctrico), la instrumentación digital de 10 pulgadas y la pantalla central de 13 pulgadas, acceso y arranque sin llave, freno de estacionamiento automático, asientos calefactados, levas de cambio en las versiones de cambio automático, cámara de visión trasera, retrovisores eléctricos y calefactados, sensores de aparcamiento delante y detrás o carga inalámbrica para móviles, entre otros.

También todos los sistemas de asistencia, incluyendo el control de crucero adaptativo con asistente de atascos, detector de ángulo muerto, sistema de guiado de carril o aviso activo por colisión múltiple.

Los reposacabezas extensibles del nuevo Skoda Superb, un extra incluido en el paquete Family/Business.

En el acabado L&K sube aún más un escalón como berlina premium: además de incorporar el chasis adaptativo DDC Plus, monta llantas de aleación de 18 pulgadas, los nuevos faros Matrix LED, los asientos AGR con función memoria que van ventilados además de calefactados o más sistemas de asistencia como el asiente de luces de carretera (largas cortas). Además encontramos tapicería en cuero y un sistema de sonido con 14 altavoces. La diferencia de precio con el base es de 5.000 euros.

Eso sí, bondades como el Head-Up Display, la cámara de visión 360º, las cortinillas para las ventanillas traseras, los asientos calefactados traseros, el sistema de aparcamiento automático, los reposacabezas traseros extensibles, los sensores de aparcamiento lateral o los airbag laterales traseros siempre son extras, que se pueden seleccionar en los cinco paquetes que ofrece.

El Superb PHEV, desde 38.000 euros con el mismo descuento MOVES que los eléctricos

El nuevo Skoda Super en carrocería sedán oscila entre los 45.400 euros y los 58.900 euros, aunque con la oferta actual hace lo propio entre 40.850 euros y 53.200 euros, con hasta 5.000 de descuento. Esto pagando al contado, porque si financiamos con Skoda es mayor, arrancando en los 38.250 euros.

Por su parte el Skoda Superb Combi se mueve entre los 46.200 euros y los 51.250 euros. Con descuento el PHEV se queda en 47.600 euros o bien en 45.000 euros si financiamos en el caso del acabado base Selection. Todas las versiones pueden seleccionarse en los dos acabados disponibles.

El enchufables es el único que puede solicitar las ayudas del plan MOVES III y dada su generosa autonomía eléctrica puede disfrutar de los incentivos que tienen los eléctricos: entre 4.500 euros y 7.000 euros dependiendo de si achatarramos un vehículo antiguo o no. Skoda no está entre las marcas que adelantan estas ayudas en el momento de la compra.

En un mercado dominado por modelso SUV, el Skoda Superb parece casi una rara avis. Y de hecho está lejos de estar entre los modelos más vendidos de la marca checa en España, sólo superando al eléctrico Skoda Enyaq, su otro tope de gama.

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Al final es un coche que oscila entre los 40.000 y los 60.000 euros, que no son precisamente los predilectos de nuestro mercado, donde mandan los asequibles.

No obstante, este Superb, aunque dando un salto evidente con otros modelos de la casa, mantiene esa buena relación equipamiento - precio santo y seña de Skoda, con equipamiento muy completo que en modelos premium no siempre encontramos de serie.