¿Cuál es la fórmula para que una marca de deportivos que está en horas bajas remonte? Sabes que, por mucho que te pese, la respuesta es un SUV. Porsche lo demostró hace muchos años con el Cayenne y ahora McLaren va a seguir la misma estrategia.
McLaren es una de las pocas marcas especializadas en coches de alto rendimiento que todavía no tiene un SUV, pero eso va a cambiar muy pronto porque los de Woking van a confiar en el formato todocamino para salir de la mala situación financiera que atraviesan desde hace unos años.
El SUV de McLaren es el SUV que faltaba
Primero fue Porsche con el Cayenne y, poco a poco, casi todas las marcas que hacen deportivos de primer nivel han seguido el mismo camino que los de Stuttgart. Aston Martin tiene el DBX, Bentley el Bentayga, Lamborghini el Urus, Ferrari el Purosangue, Maserati el Levante, incluso Rolls-Royce tiene el Cullinan.
McLaren, sin embargo, no tiene un SUV, pero ahora que la marca pretende salir del agujero financiero en el que está metida, en buena medida por acumular años de bajas ventas, un SUV puede ser su mejor baza.
Los todocaminos triunfan en absoluamente todos los segmentos y el mercado de los coches de lujo no es una excepción. McLaren es consciente de ello, de hecho, en Woking barajan desde hace tiempo la idea de lanzar un SUV, pero nunca se han atrevido a hacerlo. Hasta ahora.
El objetivo de la firma inglesa es ser sostenible a nivel financiero y, hoy por hoy, el mejor camino para conseguirlo es un SUV, concretamente un SUV híbrido enchufable, a pesar de que el CEO de la compañía, Michael Leiters, evita a toda costa utilizar las palabras SUV o crossover cuando habla de este nuevo proyecto. Al más puro estilo Ferrari con el Purosangue.
En una entrevista concedida al medio Road & Track, Leiters habla de un “vehículo de rendimiento compartido”, es decir, de un coche de altas prestaciones que permita compartir esas altas prestaciones con más gente, o al menos con más gente de la que permiten los McLaren actuales.
La realidad es que ese coche al que se refiere Leiters es un SUV, por mucho que le cueste admitir que McLaren necesita un coche de este tipo para tener beneficios y seguir fabricando deportivos de pura raza.
El predecesor de Leiters, Mike Flewitt, aseguró en su día que McLaren no fabricaría un SUV, pero el tiempo y, sobre todo, el mercado, están dejando claro que negarse a tener un SUV (o varios) es un error para una marca como McLaren porque los SUV que más beneficio generan son los deportivos, es decir, los más caros.
Otra de las opciones que baraja McLaren es utilizar un tren motriz de su gama actual para ahorrar costes, probablemente el del Artura, aunque también podría recurrir al conjunto V8 híbrido que utilizará el sucesor del McLaren 750S, según apunta Road & Track.
En este último caso, McLaren podría unir fuerzas con un socio para utilizar una plataforma ya existente y no tener que desarrollar una propia. BMW podría ser ese aliado de la marca británica.
Así lo ha reconocido Leiters en Road & Track: "Creo que la forma inteligente es asociarse tecnológicamente, encontrar un socio y crear sinergias, pero no perder nada que sea fundamental para McLaren y el ADN de nuestra marca. Si fabricamos un PHEV, queremos entender si podemos utilizar nuestro propio sistema de propulsión. Integrar nuestro sistema de propulsión en una plataforma existente sería el mundo ideal”.
Sea como sea, el SUV de McLaren está más cerca que nunca y cuando llegue debería costar alrededor de 350.000 euros, por lo que tratará de plantar cara directamente al Ferrari Purosangue, que está demostrando ser uno de los mayores aciertos comerciales que han tenido los de Maranello en los últimos años.