Imagina tener expuesto un Ferrari 488 en el salón de tu casa-garaje y poder contemplarlo a todas horas cuando no lo estás conduciendo. Sería un sueño húmedo para todo petrolhead, ¿no? Pues el propietario de ‘The Circus’, una construcción única en Chiba (Japón), tiene dos.
De hecho, esta obra maestra es una casa vacacional diseñada ex profeso para que su propietario pueda “pasar tiempo con sus coches” cuando no está trabajando en la capital japonesa. La firma el arquitecto Hitoshi Saruta del prestigioso estudio Cubo Design Architect (con sede en Tokio) y, más allá de los coches que alberga, tiene unas características de lo más interesantes.
La casa-garaje definitiva para todo petrolhead
En un discreto color carbón, ‘The Circus’ es muy original y misteriosa por fuera y absolutamente espectacular por dentro. Entre otras cosas, alberga nada más y nada menos que dos Ferrari 488: un impresionante Pista Spider con motor V8 de 720 CV y una versión del espectacular 488 Challenge Evo.
Esta moderna construcción inspirada en la carpa de un circo es pura genialidad, pues no solo ofrece un interior espacioso en el que los coches pueden exponerse o moverse con total facilidad cuando sea necesario.
Además, aúna diseño y practicidad con mucha elegancia "e incluye toques de la divertida personalidad" de su anónimo propietario, dice Saruta.
La estructura, construida en torno a un eje central utilizando materiales como madera prefabricada y herrajes de acero de precisión, se compone de hasta 24 paredes monocromas inclinadas unidas por la parte superior.
El resultado es un enorme espacio abierto en el que la luz tenue y la madera aportan una cómoda sensación de calidez. La vista del espacio desde abajo recuerda a un paraguas de papel abierto, una referencia intencionada al lenguaje de diseño tradicional japonés.
“A diferencia de una casa típica con garaje incorporado, el objetivo en este proyecto era difuminar los límites entre personas, coches y habitaciones en un entorno relajado”, explica el arquitecto.
Los fines de semana la casa se llena de invitados que comparten afición con su dueño, quien dispone de un piso superior que garantiza su privacidad. Tampoco falta las comodidades, pues además de un completo dormitorio con vestidor, en esta planta encontramos una ducha con cascada, un jacuzzi, una sauna, e incluso un despacho.
Atrás queda ya la vieja casa vacacional con diseño tradicional que ocupaba este espacio hasta finales del año pasado.
Ahora este espacio con el que solo podemos fantasear es el lugar ideal para que los niños grandes puedan pasar tiempo con sus preciosos (y carísimos) juguetes. La vasta cultura del automóvil japonesa nunca dejará de sorprendernos.