Un taxi eléctrico acabó ayer sumergido en la ría de Ferrol: se precipitó al agua desde el puente As Pías. El taxista perdió el control de su Skoda Enyaq que, según asegura, se aceleró solo, pasando de repente de 70 km/h a 140 km/h.
De momento se están investigando las causas del accidente, tanto la Guardia Civil como Skoda, según nos han confirmado desde la marca checa. Los informes detallarán si el coche eléctrico aceleró espontáneamente sin que el conductor interviniera.
¿Error humano o aceleración descontrolada del coche eléctrico?
Según publica La Voz de Galicia, el accidente ocurrió en torno a las 11:30 de la mañana ayer jueves 21 de noviembre. El SUV eléctrico atravesó la barrera que separa el paso peatonal del puente y la propia barandilla, rompiendo ambas, para acabar en el agua. En ese momento, llovía bastante. Este paso elevado une los concellos de Ferrol con Fene: se extiende 2 km pero solo 350 m sobrevuelan la ría.
El accidentado, que conduce el único taxi eléctrico que opera en Ferrol, pudo salir rápidamente del coche: nadó hasta las rocas y consiguió trepar al puente. Señaló al personal de emergencias que "llevaba un coche eléctrico, se le aceleró y salió volando", indicando además que el SUV pasó espontáneamente de 70 km/h a 140 km/h y que fue incapaz de controlarlo.
Este taxista dio negativo en el test de alcoholemia y drogas, que le practicaron in situ. Afortunadamente no sufrió heridas de gravedad y fue trasladado al hospital de Ferrol, donde ha estado en observación.
¿Hasta que punto importa que fuera un coche eléctrico? Siempre teniendo en cuenta que se trata del testimonio del taxista, es cuanto menos extraño que un coche acelere solo y doble rápidamente la velocidad. En un coche eléctrico, tiene su enjundia.
Si el taxi circulaba a 70 km/h y, dependiendo de la versión del Enyaq, podría haber pasado a 140 km/h entre en 6 y 9 segundos. En ese tiempo habría recorrido varios cientos de metros en los que el taxista tendría que haber procesado la situación y actuado sobre los frenos.
Al actuar sobre los frenos hay dos opciones: que al pulsar el freno el motor eléctrico deje de acelerar y utilice únicamente la frenada regenerativa, algo que solo ocurre a baja velocidad. La otra opción es el uso de los frenos mecánicos, que podría no haber desactivado el empuje del motor eléctrico, que recordemos que en su caso un 100% de demanda sobre el acelerador ofrece un 100% del par motor disponible, lo que habría complicado enormemente tanto la efectividad de los frenos como el control del vehículo.
También cabe preguntarse si llevaba activado el control de crucero adaptativo, que adecúa automáticamente la velocidad al límite de la carretera. En el caso de que hubiera ocurrido un mal funcionamiento del control de velocidad de crucero electrónico que hubiera desencadenado una aceleración total, un simple toque sobre el pedal del freno debería haber desactivado tanto el sistema ACC como en consecuencia el propio accionamiento del acelerador.
Por otro lado, este incidente también saca a relucir que la baja eficacia de las barreras de contención en una zona como esta, donde un accidente puede ser fatal.
A la espera de la investigación. Las causas del accidente aún están por aclararse: serán las que determinen si se trató de error humano o del sistema del coche. La agrupación de la Guardia Civil de Tráfico ya lo está investigando, y desde Skoda España nos trasladan que también ha abierto una investigación para analizar qué ha podido ocurrir. El veredicto tardará, pues el coche se sumergió por completo en el agua.
Skoda asegura que no tienen datos de ningún caso documentado similar al ocurrido en este Enyaq, ni en España ni en el resto de mercados donde se comercializa este modelo.