El último inconveniente que han descubierto a los SUV eléctricos es tan gordo como ellos: los guardarraíles son incapaces de frenarlos

Los guardarraíles son sistemas de contención en forma de barrera metálica cuyo objetivo es, o debería ser, evitar la salida de vehículos de la vía sin causar daño al conductor o los ocupantes. Se trata de dispositivos que están en constante evolución y que varían en función de las condiciones de la carretera, pero que deberán hacerlo en función del diseño actual de los vehículos, porque cada vez son más grandes.

En EEUU el problema es mayor si juntamos dos variables: SUV y pick-up de gran tamaño y equipados con baterías. La Universidad de Nebraska ha llevado a cabo unas pruebas de choque para entender cómo se comportan los guardarraíles frente a bestias de casi cuatro toneladas, y el resultado no es agradable de ver.

Los vehículos eléctricos suelen pesar entre un 20% y un 50% más que los vehículos de gasolina debido al paquete de baterías, que pueden pesar casi tanto como un automóvil pequeño de gasolina. Además tienen centros de gravedad más bajos, por lo que los conocidos como quitamiedos se convierten en chicle frente al impacto de un modelo como puede ser el Rivian R1T. El peso de este modelo es de 3,8 toneladas:

En una de las pruebas de choque llevadas a cabo por el Centro de Seguridad Vial del Medio Oeste de la Universidad de Nebraska-Lincoln se puede ver cómo la pick-up se dirige a 96 km/h y frontalmente a un guardarraíl que no es capaz de contener el vehículo. Este acaba impactando contra una primera barrera adicional de hormigón e incluso llega a la segunda sin que haya una reducción de velocidad significativa. Ocurre lo mismo en un simulacro de salida de vía. Sin embargo, aseguran que el interior de la Rivian no resulta dañado.

En otra prueba realizada en septiembre de 2023, un Tesla Model 3 levantó el guardarraíl y pasó por debajo de el, quedando bloqueado detrás de la barrera, explican desde la Universidad de Nebraska.

El objetivo de este experimento es comprender mejor si estos elementos utilizados actualmente y las medidas de protección militar de EEUU "contra enemigos hostiles" están preparados para el creciente número de vehículos eléctricos. De momento el estudio ha despertado preocupaciones entre los expertos y están previstas pruebas de choque adicionales.

Lo cierto es que una investigación del Midwest Roadside Safety Facility sugiere que los vehículos eléctricos están involucrados en accidentes aproximadamente al mismo ritmo y a la misma velocidad que los vehículos de gasolina, poniendo en evidencia la necesidad de que estos dispositivos de contención se actualicen y adapten al nuevo parque móvil, como ya se hizo en la década del boom de las pick-up en EEUU, allá por 1990.

En España no existe un solo tipo de guardarraíles; cambian en función del tipo de vehículo (sobre todo en cuanto a ciclomotores se refiere) o del entorno, como pueden ser los que se ubican en espacios naturales. Aquí la deformabilidad es la clave para que resulten un éxito y eviten que un vehículo caiga a un precipicio, por ejemplo. También es fundamental su mantenimiento constante, claro, sobre todo tras un siniestro vial.

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