Avisa Redbird desde Motorpasión Respuestas (para otra vez, aquí está el formulario de contacto) de que la DGT ha publicado el listado de radares móviles... pero es un listado poco menos que inútil, si lo comparamos con el listado de radares fijos que también tiene publicado el organismo y que consultan los navegadores y demás. Y Redbird se indigna, en buena lógica, por entender que la localización de los cinemómetros instalados en vehículos es, digamos, algo imprecisa.
Un ejemplo: en Ávila, en la carretera N-110, podemos encontrar un radar móvil situado entre los puntos kilométricos 262,60 y 352,03. Eso supone un rango de más de 89 kilómetros en los que puede existir un radar móvil. O no, depende. ¿Sirve de algo un listado como este? Quizá no en el sentido de lo que podría esperar un conductor al que le cuentan que la ubicación de los radares móviles dejará de ser un secreto, pero pese a todo... tiene cierta lógica lo que ha hecho la DGT.
La tabla Tramos de concentración de vigilancia de la velocidad en carreteras convencionales, que así se llama el documento, no es más que la publicación de una serie de datos manifiestamente imprecisos, es cierto. Pero ¿quién dijo que a la DGT le interesara publicar información precisa sobre la ubicación de los radares móviles? La gracia de un radar móvil es, precisamente, que se puede mover (obvio). Si haciendo público un listado convertimos ese radar móvil en un radar fijo, ¿qué lo diferencia entonces de un cinemómetro montado en un pórtico, metido dentro de una arqueta de hormigón o emplazado sobre un poste?
De "la velocidad mata" al negocio de la velocidad
Más. Estamos hablando de la misma DGT que aun hoy mantiene un discurso tosco como el de "la velocidad mata", algo que sabemos que en esencia no es así, y que si bien la velocidad es un factor concurrente de primer orden —tanto en un aspecto evitacional del siniestro como en el apartado de consecuencias del siniestro—, resulta que en el ámbito de la comunicación y la reeducación, reducir la noción a algo como que la velocidad mata no sólo es ridículo sino perverso, y ahonda en la idea cierta de que se está controlando más aquel factor de riesgo cuyo control es industrializable; esto es, se está atendiendo a criterios de producción —y de productividad—, más que de seguridad.
Como la velocidad mata según el marketing de este negocio, y como la velocidad se puede controlar de forma productiva, el siguiente paso es aumentar beneficios mientras se reducen costes: rentabilidad. ¿Qué es un radar móvil? Un punto de control por sorpresa. Bien. ¿Qué se puede hacer cuando alguien pide que se publique la ubicación de los radares móviles? Una doble jugada: de un lado se publica una lista de radares móviles, y del otro esa misma lista es lo suficientemente ambigua como para impedir que los conductores sepan a ciencia cierta dónde está ubicado el radar móvil.
Del radar móvil al radar de tramo del 'todo a cien'
¿Cuál es el resultado? Tenemos, a la práctica, que el conductor se comportará —idealmente— como si circulara por una carretera controlada por radares de tramo... sin realizar la inversión que supone poblar las carreteras españolas con radares de tramo. ¿No hablábamos de rentabilidad? Publicando datos ambiguos se consigue un radar de tramo del todo a cien, sin más inversión que la ya existente —y francamente mejorable, por cierto— en cinemómetros móviles, parque móvil y personal destinado a este fin.
Para quién sienta curiosidad, este es el actual enlace a la ubicación de los radares móviles. Es un pdf extraído aparentemente de una hoja de cálculo bastante cutre, que muestra solamente los radares móviles que podrían emplazarse en las carreteras de Asturias y Castilla y León. Es de esperar que en un futuro próximo se vayan añadiendo más datos a los publicados, y también que no mejore la precisión de los datos, por motivos obvios.
En Motorpasión | Radares a las claras: la ubicación de los radares móviles dejará de ser un secreto