Una vez más tenemos que hablar de una llamada a revisión en la que está implicado un vehículo de la marca Toyota: Corolla y Corolla Matrix, todos vendidos en Estados Unidos. También ha afectado al Pontiac Vibe, un remarcado del Matrix vendido por General Motors. En total suman 1,3 millones de coches.
Resulta que hay un defecto en la centralita del motor 1ZZ-FE, con tracción delantera. Un problema en las soldaduras podría parar la centralita y por tanto el motor, aunque el coche esté en funcionamiento. El culpable es Delphi, el proveedor de terceros que fabrica el dispositivo, no Toyota en sí.
Es decir, algunos componentes de automóviles se diseñan en papel, se hacen unas especificaciones y otra empresa es la encargada de industrializarlo y fabricarlo. Es lo que ha pasado con esta centralita, cumple las exigencias de diseño pero luego el montaje no ha terminado de ser satisfactorio.
Casi todos los modelos afectados son Toyota, 1,1 millones de coches. El detonante, aparte del Pedalgate, han sido más de 1.000 quejas de clientes. Solo ha habido seis accidentes al respecto, según la NHTSA, y hubo una víctima leve. La llamada a revisión se producirá a mediados de septiembre.
Cuando el problema sucede, el coche se para. Pero es posible reanudar la marcha más adelante, el coche no queda kaput. Este defecto no es tan importante como los problemas de probable atasco de acelerador que también sufren estos modelos, ya que tuvieron otra llamada a revisión aparte por ese problema.
En esa ocasión, también era por culpa de un componente fabricado por terceros, el pedal de acelerador de CTS Corp. Seguro que en el futuro Toyota va a cubrirse más las espaldas a nivel de proveedores. Desde noviembre de 2009, ya se han llamado a revisión, a nivel global, 12,3 millones de Toyota y solo en EEUU, 10,5 millones.
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