Todo comenzó con unas plazas de aparcamiento de colores. En medio de un proceso actualización y unificación del catálogo de señales por parte de la DGT -algunas de ellas algo crípticas- el Tribunal Supremo ha fallado a favor de que los ayuntamientos puedan hacer uso de sus propias señales, algo que Automovilistas Europeos Asociados (AEA) ha recurrido durante años.
Lo cierto es que, a pesar de que el catálogo de marcas viales es competencia estatal, existen las llamadas 'señales fantasma' que, aunque no conozcamos, no significa que no podamos ser multados por incumplirlas.
El Tribunal Constitucional ha autorizado a los ayuntamientos a crear señales no contempladas en la legislación del Estado.
Esto significa que, por ejemplo, si aparcas indebidamente en una zona de Estacionamiento Regulado en Madrid señalizadas horizontalmente mediante línea discontinua de colores naranja y azul alterno, y que no existe en otras ciudades, obtendrás una multa de 80 euros (40 por pronto pago).
En este caso la línea naranja y azul corresponde a Plazas del SER pertenecientes al Ámbito Diferenciado Disuasorio, pero en muchas ciudades delimitan las plazas de aparcamiento de colores distintos, según su propia normativa.
El fallo responde al recurso de amparo interpuesto por AEA contra una sentencia del Tribunal Supremo que autoriza al Ayuntamiento de Madrid a crear unas plazas de aparcamiento con una serie de marcas viales de colores que no existen en el Catálogo Oficial de Señales del Reglamento de Circulación.
Se considera así que no se ha producido ninguna vulneración de derechos fundamentales en las resoluciones judiciales respecto a la señalización que se utiliza en las vías urbanas, explica AEA.
"La competencia en la regulación del tráfico es de los ayuntamientos, pero es al Gobierno al que le compete crear señales. Este fallo abre la puerta para que cualquier ayuntamiento pueda crear las señales distintas a las que recoge el Estado" explica a Motorpasión Mario Arnaldo, presidente de la AEA.
Para esta asociación "es peligrosísimo que cada ayuntamiento se ponga a inventar nuevas señales".
Lo cierto es que, aunque esas marcas no figuran en el Catálogo de Marcas Viales del Estado, en él se especifica que las líneas y marcas de estacionamiento "además de blancas, pueden de otros colores, así como utilizar en su interior determinados pictogramas, para indicar ciertas limitaciones temporales, por tipo de persona usuaria o para un fin concreto (plazas reservadas a personas con movilidad reducida, para clientes de una farmacia cercana, de un centro médico, etc.)".
Volvemos así al caso de las señales fantasma: indicaciones que están presentes en las carreteras y poblaciones españolas para regular el tráfico, pero que no figuran en el catálogo oficial. Es decir, no se rigen por el Reglamento General de Circulación, no están estandarizadas y, en teoría, no tienen vigencia.
Pero su desconocimiento no exime de cumplir con la norma que establecen.
Las nuevas señales de la DGT buscan precisamente evitar confusiones
Este fallo choca de frente con la estrategia que persigue la DGT con el nuevo catálogo de señales que empezaremos a ver pronto, y que se creó precisamente para unificar las distintas señales aprobadas por los ayuntamientos, algo que "provocaba confusión":
"Cuando un responsable municipal o autonómico detectaba una necesidad de señalización no recogida en el Catálogo de Señales, ‘ideaba’ una señal y la amparaba en una norma propia, creando una babel, con diferencias en cada municipio".
Hay multitud de ejemplos: las diferentes versiones de la que señala la obligación de desmontar de la bici y continuar a pie o la de peligro por presencia de personas mayores, con iconos diferentes en cada localidad.
Hay que destacar que las nuevas señales no llegarán de golpe. La sustitución de las antiguas no se producirá hasta que estén deterioradas o se hagan nuevos tramos de vía.