Ha llegado a España la Borrasca “Gérard”, un nombre que poco tiene que ver con el tema del momento como ha querido aclarar la Agencia Estatal de Meteorología en su perfil de Twitter. Con esta séptima borrasca de gran impacto de la temporada, llega un fuerte temporal que traerá lluvias, hielo y nieve en muchas zonas del país, pero sobre todo se espera viento fuerte.
Así, ante esta ola de frío y mal tiempo, además de aconsejarnos que antes de coger el coche estemos atentos a las previsiones del tiempo y el estado de las carreteras, la Dirección General de Tráfico (DGT) nos recuerda cuáles son las principales recomendaciones para conducir con seguridad cuando hay importantes rachas de viento. Las repasamos.
Cuidado con el viento lateral: el efecto pantalla y el efecto tijera
El viento nunca ha sido buen compañero de viaje para los conductores, pues además de ser molesto, puede llegar a ser especialmente peligroso, sobre todo si sopla de forma lateral y/o a rachas fuertes.
En este sentido, el viento fuerte se asocia a dos los temidos efectos negativos en la conducción: el “efecto pantalla” y el “efecto tijera”, que pueden llegar a desestabilizar por completo cualquier tipo de vehículo en cuestión de segundos.
La DGT define el “efecto pantalla” como una “interrupción temporal del viento” que puede darse, por ejemplo, cuando en un día ventoso circulamos momentáneamente por una zona con edificios ‘que nos sirven de parapeto’, si pasamos por debajo de un puente o paso elevado o si circulamos brevemente al resguardo de un túnel.
Una vez salimos del mismo, una racha repentina y fuerte de viento lateral puede modificar nuestra trayectoria e inducir a que nos desplacemos, con el peligro que esto implica. Y es que puede provocar que lleguemos a invadir otro carril (siendo especialmente peligroso si es en dirección contraria), o incluso ocasionar una salida de vía.
El peligroso efecto pantalla también es un fenómeno que puede darse, por ejemplo, al adelantar a vehículo voluminoso como un autobús o un camión. En cuanto lo rebasemos, y ya no contemos ‘con su protección contra el viento’, sentiremos cómo este nos sacude con más fuerza y el vehículo y se desplaza de forma lateral al sentir el empujón.
Para corregirlo, la DGT aconseja “girar levemente el volante en sentido contrario a la dirección en la que sopla el viento” para paliar en la medida de lo posible la fuerza del aire y evitar así que afecte a nuestra trayectoria.
Hay que tener presente que en la conducción, el viento nos afectará en mayor o menor medida dependiendo del vehículo con el que circulamos. En este sentido, el conocido como “efecto tijera” se produce cuando conducimos con una caravana o remolque enganchado al coche, o bien en el caso de los vehículos articulados como algunos camiones.
En estos casos, por el “efecto tijera” (que puede verse agravado por un mal reparto de pesos, como muestra el vídeo) la caravana o remolque que se enfrente al viento fuerte lateral puede ‘retorcerse’ hacia el coche (o la cabeza tractora en el caso del camión articulado), como adelantándole.
Ni que decir tiene que se trata de un efecto notablemente peligroso, pues el remolque no solo puede llegar a arrastrar el vehículo tractor, sino que puede impactar contra otros vehículos mientras está descontrolado, o incluso volcar.
En este caso la recomendación de la DGT es clara: en días de fuerte viento, mejor evitar viajar o circular arrastrando un remolque o una caravana. Y si no hay más remedio, o nos sorprende de improviso, lo principal es reducir la velocidad, aumentar la distancia de seguridad y evitar los cambios de dirección y maniobras bruscas.
Hoy en día, el temido “efecto tijera” además se puede minimizar gracias a la tecnología y a los asistentes cada vez más comunes como el sistema de control de estabilidad de remolque que ya ofrecen numerosas marcas en sus coches (normalmente como opcional). Este sistema actúa junto a los sistemas de control dinámico del coche, monitorea la estabilidad del remolque e interviene en los frenos para mantenerla. En casos extremos, frenará más acusadamente para neutralizarlo.
Cinco consejos esenciales si tenemos que conducir con viento fuerte
Más allá de estos dos efectos concretos del viento en la conducción, la DGT nos recuerda una serie de consejos esenciales a tener en cuenta, por norma general, cuando el viento sopla con ganas, pues es cuando más puede comprometer la seguridad de la marcha:
Reduce la velocidad. Una velocidad muy alta nunca es aconsejable, pero menos en caso de viento: si nuestro coche es golpeado por una racha de aire lateral, cuanto más despacio circulemos, menor será el desplazamiento lateral o la fuerza a la que estamos sometidos.
No hagas maniobras bruscas. Si nos sorprende una racha fuerte de viento, hemos de sujetar el volante con firmeza pero a su vez evitar los movimientos bruscos. El viento fuerte puede multiplicar la reacción del coche y favorecer los bandazos.
Subiendo las revoluciones. Con viento, la DGT recomienda “circular con un régimen alto de revoluciones para mayor control del coche” (o ajustar una marcha inferior a la habitual con la que circulamos a esa velocidad). En los coches automáticos, esto también se puede regular mediante la palanca o las levas del volante.
Mejor, por el centro del carril. Cuanto más centrado vaya nuestro coche respecto al carril, más difícil será que el aire puede desplazarlo. Especialmente si estamos circulando por una carretera con varios sentidos de circulación (como por ejemplo una convencional).
Cuidado con la carga. Si llevamos esquís, bicicletas u otra carga cualquiera fuera del coche (ya sea en un soporte de techo, en la zona trasera o en un remolque), obviamente hemos de poner especial atención a su anclaje y sujeción en los días de viento.
Si tenemos opción, lo recomendable es optar por un cofre o baúl de techo cerrado en lugar de la tradicional baca, ya que estos están diseñados para ofrecer la menor resistencia al viento posible.
Como en el caso de otras condiciones adversas que pueden ponernos en un aprieto en la carretera, cuando sopla fuerte el viento siempre debemos tener claro cuáles son las particularidades del vehículo que conducimos y obrar en consecuencia.