Desde hace unos días, varios medios han afirmado que la DGT va a empezar a instalar un nuevo radar equipado con dos cámaras que evita el clásico frenazo para librar la multa. Pero no es cierto.
Según ha confirmado Tráfico a Motorpasión, "la DGT siempre es transparente" y, de empezar a utilizar una nueva tecnología a nivel general en las carreteras españolas, "se habría comunicado". Cosa que no ha ocurrido.
Este bulo viene de la mano de los 26 radares nuevos anunciados para 2022 y confirmados por la DGT, de los cuales 10 serán fijos y 16 de tramo. Dichos medios señalaban que los dispositivos fijos serían precisamente estos nuevos radares.
Los únicos radares con dos o más cámaras son los de tramo
Según la información publicada por algunos medios, este supuesto nuevo cinemómetro dispondría de dos cámaras separadas, a fin de detectar los excesos de velocidad durante un tramo más largo y así neutralizar la habitual práctica de frenar bajo el dispositivo para evitar la sanción.
Pero desde la DGT nos aseguran que actualmente Tráfico no cuenta con esta tecnología y que tampoco tienen noticia de que se esté probando en forma de prototipo. "Los radares de la DGT son los publicados y comunicados, no hay más", explican.
Además, en caso de que se utilizaran nuevas tecnologías, Tráfico asegura que se informaría a los conductores por los canales habituales, como ocurrió por ejemplo con la llegada de los radares de tramo o de los drones.
En definitiva, los radares fijos que pasarán a instalarse en 2022, no serán diferentes de los actuales. Así, los únicos dispositivos de la DGT que utilizan dos cámaras son por tanto los radares de tramo, que no miden la velocidad en un punto concreto, si no a lo largo de un tramo.
Incluso la red social Social Drive, que suele señalar nuevas prácticas de la DGT, ha señalado estas informaciones como bulo.
Bien es cierto que sí podrían utilizar técnicas como los radares antifrenazo o en cascada, un método que por ejemplo ya ha usado la Policía Foral de Navarra y que se basa en combinar un radar fijo con uno móvil, ya sea antes o después de cinemómetro fijo.
Esta práctica, cuyo objetivo es precisamente evitar el frenazo ante un radar, no tendrían porque anunciarla, ya que es legal: la regulación obliga a informar de los dispositivos fijos, pero no hace alusión alguna a los móviles. Y en definitiva hablamos de combinar diferentes tecnologías ya existentes.
Sea como fuere, lo que sí ha confirmado la DGT es que los 10 nuevos radares fijos que instalarán en 2022, irán rotando en un total de 20 cabinas. Es decir que podrán ir cambiando su instalación, materializando lo que se conoce como "radar preventivo", pues los conductores pueden ver la cabina pero no saben si dispone de un radar o no.
Cuáles son y cómo son los radares que utiliza la DGT
Actualmente en España hay esencialmente, y por su naturaleza, tres tipos de radares: fijos, móviles y de tramo.
- Radares fijos: cinemómetros instalados permanentemente en pórticos o en cajas metálicas en el margen de las carreteras. Se pueden disponer los diferentes elementos del radar (cinemómetro, cámara y flash son los más importantes) por separado o bien albergar a todos ellos en el interior de una instalación fijada al terreno.
Siempre van señalizados y actualmente hay un total de 780 dispositivos activos, a los que se sumarán los 10 mencionados el año que viene.
- Radares de tramo: disponen de al menos dos cámaras, normalmente infrarrojas, que se ubican a la entrada y salida del tramo. Los datos recogidos por estos dispositivos son procesados por una computadora, que determina si ha habido exceso de velocidad en función del tiempo que ha tardado en recorrerlo haciendo una media de la velocidad.
Al ser una instalación fija, también están señalizados. A día de hoy hay 92 radares de tramo en España, que se incrementarán a 108 en 2022.
- Radares móviles: a diferencia de los anteriores, no cuentan con una instalación fija. Normalmente van dispuestos en trípodes o vehículos y pueden multar tanto en posición estática como en movimiento.
La ley no exige que vayan anunciados, por lo que algunas veces van señalizados y otras no. En total la DGT dispone de 545 de estos cinemómetros.
De igual manera, la DGT ha introducido nuevos cinemómetros como es el caso de los Velolaser, que se empezaron a utilizar en 2018. Estos pequeños radares móviles pueden ubicarse en trípodes, vehículos o incluso adheridos a la señalización vertical (señales, biondas) o hasta ser transportados en las motos de la Guardia Civil, lo que los hace prácticamente indetectables.
Por otro lado, Tráfico equipa radares móviles no solo en coches o vehículos patrulla, sino también en sus helicópteros Pegasus. Aunque su hacer no solo se centra en detectar excesos de velocidad, sino que también denuncian distracciones o maniobras ilegales y peligrosas en carretera. La DGT dispone de 12 de estos helicópteros.
En cuanto a los drones de la DGT, no están preparados para sancionar excesos de velocidad, pues no van equipados con un radar. Si bien de los 39 que de los dispone Tráfico 23 están preparados para emitir denuncias, las mismas están relacionadas con distracciones o malas prácticas al volante, como ocurre con los helicópteros.
Por su parte, también disponen de 15 furgonetas que, si bien por su posición elevada están destinadas para detectar el uso indebido del móvil, distracciones varias, o el uso del cinturón, también pueden equiparse con un radar.
Las multas por exceso de velocidad son exponenciales en cuanto en tanto se supere el límite fijado en una vía o tramo. Las sanciones oscilan así entre los 100 y los 600 euros, y pueden llevar aparejada la resta de puntos: entre ninguno y seis.
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