Hablar de conducir por ciudades como Roma o Nápoles es hablar de capacidades al volante excepcionales. La conducción urbana es caótica y la que discurre por autopistas y autovías tiene desde 2005 unos vigilantes que conforman el sistema 'Safety Tutor': una red de cámaras que detectan los excesos de velocidad.
Pero si vas a Italia con el coche has de saber que ahora mismo las carreteras se encuentran en un limbo: este conocido sistema ha sido desmantelado tras un litigio por derechos de patente. Su sustituto llegará a mediados de julio, tendrá "ojos más tecnológicos" y será "más malo", dicen los medios locales.
La derrota de David sobre Goliat y el "invento de Galileo"
Autostrade per l’italia es la empresa que gestiona los tramos de las autopistas italianas en concesión y la encargada del sistema de radares de tramo 'Safety Tutor'. Es además parte del grupo Atlantia y que tiene como principal accionista a la familia Benetton; los mismos que se han hecho hace poco y junto a ACS -de Florentino Pérez- con el control de Abertis. Una concesionaria en el ojo del huracán en España tras el caos en la AP-6.
Así que Autostrade per l’italia administra 2.964 km de carreteras en Italia y la expiración de las concesiones es el 31 de diciembre de 2038. Puestos en situación, este gigante de las autopistas se tuvo que enfrentar en abril a las acusaciones de una pequeña compañía de Florencia llamada Craft, que ha reclamado los derechos de patente del sistema de electrónico de control de velocidad.
La empresa -de seis trabajadores- patentó el sistema en 1999, después de que un emprendedor toscano llamado Romolo Donnini lo desarrollara al darse cuenta de que los conductores que pasaban por un radar frenaban bruscamente para después volver a acelerar. Pidió un beneficio por su uso a las carreteras estatales que no consiguió.
El dispositivo lee las matrículas de los vehículos gracias a dos estaciones remotas conectadas a un ordenador, que calcula la velocidad media del viaje efectuado. Así, el sistema detecta la velocidad media de los vehículos calculada en base al tiempo de recorrido a lo largo de tramos de autopistas de longitud variable, normalmente entre 10 y 25 km de largo.
Tras el litigio, inciado en 2006, Autostrade per l'Italia ha tenido que desconectar los dispositivos en la red de autopistas siguiendo la sentencia del Tribunal de Apelaciones de Roma. Pero la compañía se defiende alegando que la manera de medir el espacio-tiempo la inventó Galileo, así que la patente no es válida porque no hay ninguna innovación en ella.
El Tribunal determinó que, efectivamente, los 'Tutores' constituyen una forma de violación de la patente de Craft, y deben ser reemplazados inmediatamente por un nuevo sistema. Se reconoció sin embargo que no se había producido enriquecimiento por parte de Autostrade per l'italia, no teniendo la concesionaria ningún beneficio económico del uso del sistema, así que el fallo no ha supuesto compensación económica para Craft.
Ahora, la pequeña compañía puede pedir a Autostrade que le compre la patente.
En abril, medios como la Repubblica se hacían eco del suceso, afirmando que el sistema se mantendría activo hasta que llegara su sucesor, pero no ha sido así, y parece que las caóticas vías italianas están en un limbo.
Un policía inteligente sustituirá al 'Tutor', pero mientras habrá controles
La Policía y la empresa de gestión de las autopistas están trabajando en la activación de un nuevo sistema llamado 'SICVE PM' que probablemente no esté listo hasta mediados de julio y tampoco operará en toda la red. Según el Tribunal, Autostrade per l'Italia no tiene obligación de instalar sistemas de detección de velocidad, por lo que le pasa la pelota a las administraciones.
¿Y mientras, vía libre para pisar el acelerador? Como dicta la lógica, la Policía incrementará su presencia durante este impás, multiplicando los controles, el uso de dispositivos láser de detección y las patrullas.
El nuevo sistema no utiliza reconocimiento automático de placas para la detección de violaciones de los límites de velocidad promedio, sino más bien la tecnología patentada 'Plate-Matching', que reduce el problema del 'ruido' visual a la hora de leer una matricula, ya que utiliza el reconocimiento de la información (como la forma de los números y las letras) en vez de limitarse a captar la imagen.
Según especifica la Associazione Sostenitori Amici Polizia Stradale, se aplica una función matemática no objetiva capaz de mapear los caracteres de matrícula y cualquier otro símbolo presente.
Cabe recordar que los límites de velocidad en Italia son ligeramente superiores que en España: 130 km/h en las autopistas (en 2009 se subió a 150 km/h), 110 km/h en las vías principales, 90 km/h en los caminos secundarios y 50 km/h en áreas urbanas que puede llegar a 70 km/h conforme a las características constructivas y funcionales.
Veremos cómo se toman los conductores italianos este impás, si el nuevo sistema es otra falsificación y si el emprendedor de la Toscana acaba cediendo ante Goliat, o resiste.
Foto | Polizia Locale