Hoy arranca una nueva campaña especial de vigilancia de la Dirección General de Tráfico que durará hasta el próximo viernes 17 de diciembre y que pondrá el foco tanto verificar las características de los propios vehículos como en comprobar que los conductores cumplen con la normativa específica.
Según datos del Observatorio de Transporte de Viajeros por Carretera, del Ministerio de Fomento, cada día más de 600.000 alumnos utilizan este tipo de transporte para desplazarse a sus centros educativos y volver a sus casas, y aunque las tasas de accidentalidad hoy en día son mínimas en este sector, es necesario continuar garantizando esa seguridad.
Objetivo cero, muy cerca
Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y las policías locales de aquellos municipios que decidan sumarse a la campaña, intensificarán durante toda la semana las inspecciones sobre los vehículos dedicados al transporte escolar, comprobando que las autorizaciones y documentos que deben tener son los correctos para la prestación del servicio y que están en vigor.
Además, los agentes verificarán que las condiciones técnicas y los elementos de seguridad del vehículo son los que exige la normativa, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor. También se realizarán controles de alcohol y otras drogas entre los conductores.
Según datos de un estudio de la Fundación Línea Directa viajar en autobús escolar es, con mucha diferencia, la forma más segura de llevar a los niños al colegio, aunque su uso es relativamente minoritario, pues aunque casi el 90 % lo elige para actividades extraescolares o excursiones solo el 4 % de los padres escoge el autobús para el desplazamiento habitual de sus hijos. En total, hablamos de unos 17.500 vehículos dedicados al transporte escolar, que realizan cada año 247 millones de trayectos según datos de la DGT.
El transporte escolar está sometido a una serie de normas de cuyo cumplimiento depende en muchos casos la seguridad de sus pequeños pasajeros. Entre otras cosas, desde el 20 de octubre de 2007, los autobuses que se matriculan deben llevar obligatoriamente instalados sistemas de retención ya que el cinturón de seguridad es útil en cualquier trayecto, ya sea corto o largo, urbano o interurbano.
Este medio de transporte lleva desde 2012 sin registrar fallecidos en siniestros viales y, en los últimos cinco años, solo se han registrado 136 accidentes con este tipo de vehículos implicados. De los datos oficiales de Tráfico se extrae que el mayor riesgo para el transporte escolar está en las vías interurbanas (58%), la causa más frecuente de siniestro vial es la colisión frontolateral (20%) y, sobre todo, en el trayecto de vuelta.
El mes con más incidencias suele ser octubre y las infracciones más frecuentes son las distracciones de los conductores, no respetar la prioridad (18%), velocidad inadecuada (10%) y no mantener la distancia de seguridad (7%).
Por estos motivos, se controlará especialmente en esta campaña que los conductores de este tipo de vehículos circulan a la velocidad permitida y que no hacen uso del teléfono móvil ni otros aparatos que supongan una distracción y un peligro.
Además, la DGT apunta que gran cantidad de incidentes relacionados con el transporte escolar se producen cuando sus ocupantes han de subir o bajar del mismo y, en muchos casos, se producen por una distracción (ya sea del menor, del conductor del transporte escolar o de los padres). Para evitar este tipo de accidente se recomienda a los padres “respetar las paradas establecidas para el transporte escolar, ir con tiempo suficiente y no esperar a los niños al otro lado de la calzada”.
Además, desde la Dirección General de Tráfico se hacen otras recomendaciones para que los menores vayan seguros al colegio. En el entorno del autobús escolar:
- No pararse nunca detrás del autobús.
- Esperar a señal del conductor y cruzar siempre al menos tres metros por delante.
- Dentro del autobús, mantenerse sentado y con el cinturón puesto.
- No correr ni al llegar ni al salir.
- Obedecer al conductor y/o al monitor designado por el centro escolar.
Si se va andando:
- Mirar a ambos lados antes de cruzar y hacerlo siempre por semáforos o pasos para peatones.
- Caminar por el interior de la acera, lejos del bordillo.
- No cruzar las calles o plazas en diagonal o zig-zag.
- Tener cuidado con los coches que entran y salen de los garajes.
- En carretera, ir por la izquierda; y de noche, llevar prendas reflectantes.
Crear “caminos escolares seguros” que faciliten el desplazamiento a la escuela andando, en bicicleta o en transporte público, es uno de los objetivos de la Estrategia Española de Seguridad Vial 2011-2020.
Entre otras características que debe tener un camino escolar seguro, según esta Estrategia, se encuentran: aceras amplias en el entorno del centro educativo, con semáforos que duren lo suficiente para que a los niños les dé tiempo a pasar, velocidad máxima de 30 km/h indicada mediante señalización y la prohibición de aparcar a la entrada y salida del colegio, evitando así aglomeraciones y minorizando riesgos.
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