Respetar la distancia de seguridad es fundamental para evitar chocar con el vehículo que nos precede, pero como es evidente, por muy cautos que seamos en este sentido, de nada sirve si no vamos atentos. Esto es lo que le ocurre al protagonista de nuestro vídeo.
En efecto, el distraido condutor va circulando por una autopista, dejando una razonable distancia con el Toyota que va justo delante. Sin embargo, un perro anda suelto por la calzada (a la izquierda de la imagen justo antes del impacto), lo que obliga a los conductores a frenar para evitar atropellarlo. Todos frenan menos el conductor que provoca el accidente.
Lo increíble es que no pisa el freno hasta que está a escasos metros del Toyota. Ni las advertencias de su acompañante ni las indicaciones de la persona con un chaleco reflectante consiguen llamar su atención. Por si fuera poco, el conductor que circula detrás tampoco está en condiciones de evitar el golpe.
Creo que este es un ejemplo muy claro de como una distracción, por momentanea que sea puede provocar un accidente. Durante el momento en el que no miramos a la carretera pueden pasar muchas cosas, por ejemplo que el vehículo que nos precede tenga que frenar bruscamente.
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