Desde el mes de diciembre del año pasado, que fue la primera vez que pudimos ver y tocar en persona al nuevo Range Rover, estábamos mordiéndonos las unas para que llegase este día. Por fin hemos conducido el nuevo Range Rover 2022 y te contamos qué se siente en el todoterreno más lujoso de la historia.
No voy a volver a repasar la historia de este modelo que ha cumplido 52 años desde que se presentó la primera generación en el año 1970. Tampoco voy a desgranar todas las características de esta quinta generación, ya que eso lo repasamos en detalle en este artículo que tenéis aquí.
Lo que vamos a hacer al fin en esta ocasión, coincidiendo además con las primeras entregas a clientes del nuevo Range Rover, es contaros cómo se comporta con las dos motorizaciones que hemos podido llevar por ahora, el D350 diésel y el P530 con el todopoderoso motor 4.4 V8 de 530 CV.
Dejamos para más adelante y para una prueba en profundidad las versiones híbridas enchufables PHEV, recordemos disponibles con el P440 de 440 CV y el P510 de 510 CV, que serán las más vendidas y además la primera de ellas supondrá la versión de acceso a la gama Range Rover con su precio de 140.950€.
Impresiones de conducción
No lo niego. Había muchas ganas de ponernos al volante de la nueva generación del Range Rover, un coche que promete mucho en esta etapa en la que se ha convertido sin duda en un referente por tecnología e innovación aplicada a un SUV todoterreno de superlujo como este.
Land Rover España nos había preparado una ruta muy intensa y completa, con 250 km de carreteras muy sinuosas, saliendo de Pamplona y regresando a la capital navarra unas cuantas horas después tras alcanzar la frontera con Francia.
Comenzamos al volante del Range Rover 350D, y en este caso con una unidad con el nivel de acabado First Edition, ese reservado solo a los primeros meses de producción del modelo.
Uno de los principales atributos que destacan cuando estás moviéndote con el Range entre el tráfico urbano, es su agilidad. Es cierto que imponen sus dimensiones cuando estás callejeando, pero por otro lado sorprende la rapidez de movimientos con la que responde. Ya sea a la hora de girar o a la hora de acelerar y frenar, por ejemplo entrando a una rotonda, el coche demuestra cintura y buen ritmo a las primeras que pises el acelerador.
dimensiones range rover 2022 |
swb |
lwb |
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largo |
5.052 mm |
5.252 mm |
Ancho (retrovisores plegados) |
2.047 mm |
2.47 mm |
alto |
1.870 mm |
1.870 mm |
distancia entre ejes |
2.997 mm |
3.197 mm |
El secreto reside en el eje trasero direccional que permite reducir virtualmente la distancia entre ejes, al moverse siete grados en sentido opuesto a las delanteras cuando circulas a baja velocidad. La trasera se circunscribe en los virajes con movimiento, ayudando a redondear las curvas y a que el giro de volante que has de aplicar sea mínimo.
Volante por cierto que tiene un tacto excelente de la piel que se emplea para forrarlo, pero cuyo diámetro es, por así decirlo, acorde con las dimensiones exteriores del propio coche.
Por otro lado está el motor 3.0, que tiene una respuesta excelente y empuja con fuerza desde abajo. Al pasar de 1.500 RPM se nota el brío, empuja con una fuerza inaudita gracias a los 750 Nm y sube de vueltas con rapidez, ganando velocidad con una facilidad asombrosa.
Todo ello hace que el coche se sienta extremadamentevivo, nada torpe ni pesado. Me atrevo a decir que más incluso que un Evoque.
Ya saliendo a carretera con este D350, y subiendo algo más el ritmo, la sensación al volante es la de ir conduciendo un coche muy refinado y con un nivel de confort extremadamente alto. Es cierto que el sonido del motor se percibe en el habitáculo, incluso con los cristales dobles que monta para aislar mejor el habitáculo, pero es una rumorosidad agradable que acompaña en el viaje y en ningún caso excesiva.
El aplomo del coche en vías rápidas está fuera de toda duda, filtra muy bien las ondulaciones de la carretera y transmite placer al conducirlo. Como detalle curioso, paramos varias veces en la ruta a hacer fotos y grabar vídeos, y me gustó lo fácil que es entrar y salir del coche. La suspensión baja al detenerlo y no vuelve a subir hasta que pones la D, por lo que la banqueta del asiento queda a la altura perfecta para no tener que estirarse demasiado.
Pasando al modo de conducción Dynamic en una de las múltiples carreteras de curvas que atravesamos, lo cierto es que las oscilaciones de la carrocería se corrigen bastante.
Finura y buen hacer para el V8
Después de 160 km de disfrute y buenas sensaciones con el Range 350D, llegaba el turno de subir en su hermano de gasolina, el 4.4 V8 de 530 CV con el que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,6 segundos con la nueva función Dynamic Launch activada.
Pulsas el botón de arranque y comienza la magia. El ronroneo del V8 apenas es perceptible desde dentro. Tal es así que llegué a dudar varias veces si realmente la mecánica estaba activa.
Pero en cuanto pisas el acelerador para iniciar la marcha, la mecánica se conecta contigo a través de una refinada y suave vibración que llega a tí a través de manos, trasero y pies, que son los únicos puntos en contacto con el coche y en todo momento tienes la sensación de estar llevando un coche con mecánica especial.
Si pisas con fuerza el acelerador el morro del coche tiende a levantarse y la trasera a hundirse al tiempo que el V8 emite una melodía contundente pero discreta, y en ningún caso con detonaciones, petardeos o sonidos que puedan empañar la clase y la elegancia con la que se mueve el Range.
Durante la sesión de fotos tuve que maniobrar con el varías veces en carreteras muy estrechas y ahí salió a relucir otra de sus bondades. El coche tiene un diámetro de giro minúsculo, pudiendo dar la vuelta entre bordillos en 10,95 metros. Por tener una referencia, gira en menos espacio que un Evoque de 4,3 metros y por tanto se elimina gran parte del respeto que infunda llevar un coche de algo más de cinco metros de largo entre manos.
La linealidad con la que este coche acelera, de forma plana y progresiva pero contundente al mismo tiempo, es brutal. Da una sensación de poder y robustez como pocos coches consiguen transmitir, y ya en carreteras más amplias y rápidas como la autovía, se mueve como pez en el agua.
Lo más llamativo además de su capacidad de rodar sin apenas trasladar nada de lo que ocurre bajo las ruedas a los ocupantes, es el silencio absoluto que impera en el interior. Ni la mecánica ni la aerodinámica hacen que la paz interior se vea corrompida, siendo hoy por hoy uno de los coches más confortables del mundo para viajar.
Más allá del trabajo en material de aislamiento y detalles como las ventanillas con cristal acústico, está en el nuevo sistema de cancelación activa del ruido que incorpora altavoces en los reposacabezas para crear zonas tranquilas. Sublime.
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versión |
precio |
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SWB |
P440 3.0 AWD PHEV |
140.950 € |
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D300 3.0 D AWD MHEV |
149.000 € |
|
D350 3.0 D AWD MHEV |
166.450 € |
|
P510 3.0 AWD PHEV |
157.900 € |
|
P530 4.4 V8 AWD |
177.500 € |
LWB |
P440 3.0 AWD PHEV |
153.350 € |
|
D350 3.0 D AWD MHEV |
170.650 € |
|
P530 4.4 V8 AWD |
181.700 € |
LWB 7 plazas |
D350 3.0 D AWD MHEV |
173.850 € |
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P530 4.4 V8 AWD |
185.050 € |
Creo por tanto, después de haber podido conducir el nuevo Range Rover en carretera de forma intensiva, que estamos una vez más ante el todoterreno más lujoso y refinado del mundo, un coche que adopta las últimas innovaciones tecnológicas sin renunciar a su clasicismo.
Falta todavía por probar las versiones híbridas enchufables PHEV y por poner a pruebas sus capacidades 4x4, que sobre el papel están fuera de toda duda, pero el Range Rover sigue siendo el Range Rover.