Desde su lanzamiento al mercado en 2014, el Porsche Macan ha supuesto un éxito de ventas. En total se han entregado hasta la fecha 600.000 unidades de un coche que, pese a siempre haber brillado dinámicamente, consigue ahora con esta nueva puesta al día seguir siendo un referente entre los SUV de carácter deportivo y mejorar notablemente el confort. ¿Cómo lo consigue y cómo se comporta? Te lo contamos.
El hermano pequeño del Porsche Cayenne, otro producto cuestionado en sus orígenes pero que ha cosechado grandes éxitos y permitido a Porsche posicionarse en el segmento de los grandes SUV en donde hasta la llegada de ese modelo no estaba presente, ha sido un acierto desde el primer momento.
Recuerdo perfectamente como había cierto escepticismo en 2014 cuando Porsche presentó el Macan. Este modelo utilizaba la base del Audi Q5 y eso generaba algunas dudas sobre si iban a conseguir dotarlo del carácter deportivo que se espera de un Porsche, sobre todo si tenemos en cuenta que el Q5 no es el SUV medio que más destaque en este aspecto (de hecho no cuenta con versión RS como sí la tienen los Q3 o Q8).
Cuando tuvimos ocasión de conducir el Macan por primera vez (parte 1 y parte 2), las dudas quedaron despejadas desde el primer momento. Porsche lo había vuelto a hacer, había lanzado al mercado un SUV de tamaño medio que brillaba como ningún otro por su marcado carácter deportivo, y estaban listos para venderlo a puñados, como se suele decir.
Con el paso de los años, el Porsche Macan se ha ido convirtiendo en una pieza clave en las ventas mundiales de Porsche. Tanto es así que en estos 7 años se han vendido en todo el mundo 600.000 unidades de este modelo, el cual además ha permitido a Porsche conquistar un nuevo tipo de clientes. el 80% de los propietarios de Porsche Macan son nuevos clientes de Porsche.
El Macan ha sabido sobrevivir bien al abandono de las motorizaciones diésel por parte de Porsche, y eso que el gasóleo le sentaba de maravilla en sus primeros años de vida. Lo ha hecho a base de motores de gasolina puros, resistiéndose a la hibridación y micro hibridación incluso en esta tercera generación que hoy nos ocupa.
Pinceladas por fuera para mantenerse jóven
Es muy típico decir eso de que "cuando algo funciona, no lo cambies", pero en el mundo del automóvil los ciclos de producto y lo mucho que aprieta la competencia obliga a los fabricantes a evolucionar y en muchos casos revolucionar o morir. Eso no ha ocurrido en el Porsche Macan, que se ha mantenido fiel a su diseño original con el paso de los años, y ha envejecido muy bien.
En esta tercera fase del Porsche Macan, llegan novedades en materia de diseño. Salta a la vista el rediseño del frontal, sobre todo en el paragolpes delantero que ahora incluye una parrilla más marcada que acentúa la anchura del Macan y refuerza la contundencia del modelo sobre el asfalto.
Cuenta con unas entradas de aire de mayor tamaño y eso permite refrigerar mejor la mecánica. En la parte inferior de la parrilla encontramos una trama con la nueva estructura en 3D que también veremos en otras partes del coche.
Las ópticas de formas redondeadas tan características del Porsche Macan se mantienen inalteradas en cuanto a sus formas, y tienen las carcasas oscurecidas de serie en el Macan GTS (disponibles en opción en Macan y Macan S).
Lo que sí cambia es la tecnología que incorporan, ya que los faros están equipados con tecnología LED y Porsche Dynamic Light System (PDLS) de serie. Incluyen una luz de curva que gira los faros en los virajes en función del ángulo de dirección y de la velocidad de conducción.
El PDLS también cuenta con una regulación automática del alcance de las luces, un control del alcance en función de la velocidad y un modo de luces para mal tiempo.
La estilizada carrocería del Porsche Macan mantiene por lo demás sus formas inalteradas. Sigue siendo ese SUV rotundo y contundente de formas redondeadas que conocemos desde 2014, pero ahora hay una serie de nuevos detalles que lo mantienen al día y hacen que no se vea en absoluto anticuado.
La gama de colores se amplía hasta los 14 colores exteriores, incluyendo una especie de naranja metalizado llamado Papaya metalizado y el elegante azul Gentian metalizado, así como el verde Python para el Macan GTS con pack deportivo GTS.
Otro aspecto importante en un SUV de planteamiento deportivo como este son las llantas, que crecen en todas las versiones y lucen 7 nuevos diseños. En el Macan de serie son de 19 pulgadas, 20 pulgadas en el Macan S y 21 pulgadas en el Macan GTS.
En el lateral del vehículo, seguimos encontrando las características molduras que se integran en la parte inferior de las puertas, las cuales pueden ir pintadas en el color de la carrocería en negro brillante, en carbono o lucir una nueva estética 3D a juego con otras partes del coche.
Los retrovisores exteriores van pintados en el color de la carrocería y ahora tienen la base en forma de V.
Si nos vamos a la trasera, encontramos las ópticas que había estrenado el Macan en 2019, pero ahora se combinan con un paragolpes rediseñado con un difusor de formas muy marcadas que sube mucho e incorpora en su interior la matrícula.
Este elemento en color oscuro hace que, visto desde atrás, el nuevo Porsche Macan tenga una presencia más contundente y que la trasera parezca más ancha que antes. Ese difusor también puede lucir el diseño en 3D que encontramos en las molduras laterales y en la parte inferior de la parrilla delantera.
La evolución por dentro hace que desaparezcan los botones
El interior del Porsche Macan sigue estando marcado por las líneas horizontales que dan forma a un salpicadero de excelente factura, con una calidad de acabados y materiales acorde con un coche de su posicionamiento.
Ahora lo que sí cambia es la consola central, en la que desaparece por completo la característica botonera que se empleó en los distintos modelos de la marca durante años, para dar paso a una serie de botones táctiles con buena disposición.
También se ha rediseñado el resto de la consola, ya que ahora la nueva palanca selectora se ha acortado 15 milímetros y ya no se puede desplazar hacia la izquierda para activar el modo deportivo del cambio. Su tacto es bueno y la verdad que esa reducción de tamaño ayuda a la hora de manejar los diferentes botones que la rodean.
Ese rediseño de la consola también ha permitido crear un hueco bastante amplio en la parte inferior de esta, perfecto para dejar el teléfono móvil, las llaves o las gafas de sol, por poner algunos ejemplos.
El teléfono móvil se puede cargar por inducción en el hueco habilitado para ello en la guantera central entre ambos asientos. Encima de la consola, como antes, hay una pantalla táctil Full HD de 10,9 pulgadas desde la que se maneja el Porsche Communication Management (PCM).
El reloj analógico integrado en la parte superior del tablero de instrumentos viene ahora de serie en el nuevo Macan y le da un aspecto más refinado y elegante al Macan.
En los 911, Taycan y Panamera se venía utilizando un nuevo volante que llega ahora también al Macan, y lo hace con dos tamaños: 360 o 375 milímetros de diámetro. Integran los mandos multifunción y su aspecto y tacto son excelentes.
Más equipado y con nuevas ayudas al conductor
Otro área en el que el nuevo Porsche Macan mejora respecto a su antecesor es en la dotación tecnológica, tanto la de serie como la que se puede pedir en opción. Así el nuevo Macan incluye de serie el asistente de aparcamiento delantero y trasero con advertencia visual y acústica.
Por primera vez podrás contar también con un sistema de aparcamiento asistido que localiza los posibles huecos de aparcamiento y ayuda activamente en la maniobra de estacionamiento, moviendo activamente la dirección mientras el conductor solo se encarga del acelerador y el freno. Funciona tanto en línea como en batería.
Porsche dice que el nuevo control de crucero adaptativo es más sensible que antes. También se ha optimizado el sistema de aviso de salida del carril, que a decir verdad es muy poco instrusivo y funciona con mucha más suavidad de lo habitual.
Elementos como el indicador de cambio de carril, el de limitación de velocidad, el Porsche Entry&Drive, el parabrisas térmico y la calefacción independiente con mando a distancia están disponibles opcionalmente en el nuevo Macan.
Tres versiones y ninguna electrificación por el momento
Porsche ya anunció que en un futuro el Porsche Macan será un SUV 100% eléctrico, pero para que eso ocurra todavía debemos esperar unos cuantos años hasta el desarrollo de un modelo completamente nuevo, en el que aplicarán los aprendizajes obtenidos con los Porsche Taycan y Taycan Cross Turismo.
Mientras tanto, esta nueva vuelta de hoja del Porsche Macan llega con tres mecánicas de gasolina y sin ningún tipo de electrificación, para mantenerse así fiel a esos principios que le han llevado al éxito durante todos estos años.
La versión de acceso es el Macan con un motor turboalimentado de cuatro cilindros en línea de nuevo desarrollo que ofrece 265 CV. Es el bloque del Grupo Volkswagen debidamente adaptado al carácter del Macan.
Este motor destaca por su carácter más vivo que antes y con un funcionamiento más suave y afinado, que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 6,2 segundos y alcanza una velocidad máxima de 232 km/h.
Un escalón por encima está el Porsche Macan S, que esconde bajo el capó el motor V6 biturbo de 2.9 litros. Este entrega ahora 26 CV más que antes, de forma que acelera hasta 100 km/h en 4,6 segundos y alcanza una velocidad máxima de 259 km/h.
El modelo más alto de la gama será el Porsche Macan GTS, ya que desaparece del catálogo el Macan Turbo. El nuevo GTS también monta el 2.9 V6 biturbo pero en este caso su potencia aumenta 60 CV hasta alcanzar los 440 CV, que era lo que entregaba de potencia antes del Macan Turbo.
Esta versión alcanza 100 km/h desde parado en 4,3 segundos si se equipa con el pack Sport Chrono, mientras la velocidad máxima es de 272 km/h.
Todos los motores están acoplados al cambio Porsche PDK de doble embrague con siete marchas, y al sistema de tracción total Porsche Traction Management (PTM).
Al volante del Porsche Macan, la deportividad impera
Como manda la tradición, todos los Porsche Macan se ponen en marcha girando la llave situada a la izquierda del volante. Empecé probando el Porsche Macan básico con el motor de cuatro cilindros y 265 CV.
Hice unos cuantos kilómetros en él principalmente por autovía y algo de carretera nacional. Me pareció que el motor rendía mucho más de lo esperado para su potencia, permitiendo llevar ritmos altos en carretera sin tener que esforzarse en exceso.
El motor entrega la potencia en la parte alta del cuentarevoluciones, y eso lleva a que si quieres prestaciones, necesariamente tengas que moverte por encima de las 3.000 RPM, pero lo hace ofreciendo un tacto mucho más refinado del que tenía en la generación anterior de 252 caballos.
Sorprende la capacidad que tiene el coche para transmitir confianza, creando una sensación de conexión entre el conductor y el vehículo que no ofrecen otros SUV de su tamaño, que filtran mucho lo que ocurre por debajo de los neumáticos.
Esa sensación de deportividad única del Porsche Macan, en el que parece en muchas ocasiones que vas al volante de un Cayman en lugar de un SUV compacto, se acentúa de sobremanera en el Macan S.
Esta versión intermedia tiene un comportamiento fantástico a nivel de suspensiones, ya que incluye de serie la Porsche Active Suspension Management (PASM) que se ha desarrollado específicamente para el nuevo Macan. Adapta de forma constante e independiente la dureza de la amortiguación en cada rueda.
Eso se traduce en una calidad de rodadura absolutamente sorprendente, ya que en tramos revirados e incluso con firme en muy mal estado, es capaz de leer bien la carretera y adaptarse a ella, moviéndose pegado al asfalto sin llegar a parecer desde el puesto de conducción que vas al volante de un coche duro e incómodo.
Al mismo tiempo, cuando el firme está en buen estado o circulas por vías de gran capacidad, el nivel de confort que ofrece este coche permite hacer largos viajes con total comodidad. Veo difícil encontrarle alguna pega en el aspecto dinámico.
El motor 2.9 V6 Biturbo por su parte se siente muy enérgico, con una entrega de potencia muy marcada e inmediata a los movimientos de acelerador.
Macan GTS
La guinda del pastel es sin duda el Porsche Macan GTS, un coche que impresiona no solo a la vista, por los múltiples detalles que dan forma a su escultural silueta, sino también al tacto cuando lo conduces y lo escuchas.
Porsche esta versión GTS lleva el motor 2.9 V6 a unos nada despreciables 440 CV de potencia, que le convierten en un SUV de altas prestaciones con un tacto y un carácter único. Lleva de serie el sistema de escape deportivo, que te deleita con una melodía maravillosa.
Si giras el mando selector de modos de conducción integrado en el volante y seleccionas el modo Sport, estarás al volante de un coche muy rápido y reactivo, capaz de transmitir sensaciones más cercanas a las de un deportivo que las que esperas encontrar al conducir un SUV.
El nuevo PTM (Porsche Traction Management) recalibrado tiene gran parte de culpa en ese comportamiento, ya que prima más que antes la potencia que se transmite al eje posterior, y eso hace que el coche se conduzca y se sienta más con los lumbares y las piernas que con las manos.
También está más afinada la dirección, que tiene un nuevo tarado que permite al coche moverse con más precisión y confianza a la hora de atacar las curvas.
A todo ese tacto tan deportivo, pero al mismo tiempo no incómodo, contribuye también la suspensión neumática específica del GTS, que incrementa la rigidez delantera un 10% y la trasera un 15%. Hay también nuevas barras estabilizadoras y no olvidemos que la altura del coche al suelo se reduce en 10 milímetros.
Todo ello hace que el Porsche Macan GTS se convierta en el máximo exponente de un modelo, el Macan, que ha sabido alargar el ciclo de producto, mantenerse fiel a sus principios e ir afinando un conjunto que brilló desde el primer momento, y que ahora gracias a esa madurez es sin duda el SUV medio con mejor dinámica del mercado.
Precios de la gama Porsche Macan 2021
- Macan: 68.540 euros.
- Macan S: 83.468 euros.
- Macan GTS: 102.427 euros.
En Motorpasión | El Opel Omega Evolution 500 es un unicornio con motor de carreras nacido para el DTM y que Opel intentó vender en sus concesionarios | El tamaño sí importa: Cómo los coches de Fórmula 1 han pasado de ser deportivos a berlinas