MINI Cooper S E Countryman All4 a prueba: híbrido plug-in y casi deportivo

Nota de Motorpasión

Se llama MINI Cooper S E Countryman All4 -sí, un nombre un tanto largo- y es el primer electrificado desde el MINI E de 2008. El MINI E era un modelo experimental 100 % eléctrico y que ayudó al desarrollo de los BMW eléctricos, como el i3. En cambio, el MINI Copper S E Countryman All4 es un híbrido enchufable, es decir que sigue usando gasolina, pero de forma mucho más eficiente si aprovechamos la red para cargar su batería.

Su precio, desde 37.600 euros, lo convierte en uno de los modelos más caros de la gama actual de MINI, mientras que su condición de PHEV, o híbrido enchufable, limita su mercado, pues es preciso tener acceso a un enchufe para aprovechar sus ventajas. Aún así, tuvimos la oportunidad de poder probar, aunque de forma muy breve, este primer MINI híbrido enchufable.

Arquitectura de BMW i8... invertida

Exteriormente, es un MINI Countryman casi como los demás. Los detalles en amarillo, como la S en la calandra o en el portón trasero, así como la E en forma de enchufe en los laterales y un única cola de escape lo delatan: es el MINI Cooper S E Countryman All4. Debajo de la chapa, lo que no se ve, muchas cosas cambian.

La base del sistema híbrido, aunque simplificado y menos potente, es la del sistema del BMW i8 pero al revés. Vamos, que es idéntico al de un BMW 225xe iPerformance. Delante pero detrás del eje delantero nos encontramos con un 3 cilindros turbo de 1.5 litros que desarrolla 136 CV y entrega 220 Nm desde 1.250 hasta 4.300 rpm asociado a un cambio automático de 6 relaciones.

Se trata del mismo motor que equipan el resto de MINI Cooper y que sirve de base, solo de base, al del BMW i8. A su lado, un KERS de 20 CV y 60 Nm que además de las funciones de un KERS -recuperar energía y entregar un plus de potencia- es también el motor de arranque del 3 cilindros y uno de los responsables que la transición entre motor térmico y eléctrico sea prácticamente imperceptible cuando conduces.

La transición entre motor térmico y eléctrico es prácticamente imperceptible cuando conduces

En el eje trasero está situado el motor eléctrico de 88 CV y 165 Nm así como la segunda “caja de cambios”, que básicamente tiene una marcha atrás y una marcha adelante. En la práctica, este MINI Countryman dispone así de una tracción integral. Debajo de los asientos traseros están el depósito de gasolina (de 36 litros, son 15 litros menos que en un Countryman tradicional) y el pack de baterías de iones de litio con una capacidad en bruto de 7,6 kWh (en la práctica se aprovechan unos 6,1 kWh).

Así, la potencia total de este MINI híbrido es de 224 CV y entrega 385 Nm. Pero también pesa 130 kg más que el MINI Cooper S Countryman con cambio automático y 160 kg más con respecto a MINI Cooper D Countryman All4 automático.

3+3 modos de conducción

Como todos los híbridos, el MINI Cooper S E Countryman All4 dispone de tres modos de conducción que el conductor puede escoger y cambiar sobre la marcha. Auto eDrive es el modo automático y por defecto de funcionamiento. Hasta 80 km/h el coche funciona en modo eléctrico. Por encima de esa velocidad, o antes con una fuerte aceleración, el motor térmico empieza a funcionar. De 80 km/h hasta 135 km/h, los dos tipos de motores trabjan en conjunto en función de la carga de acelerador, por encima de 135 km/h, el motor de combustión se queda solo para mover el MINI.

En Max eDrive, este SUV se mueve exclusivamente en modo eléctrico hasta 125 km/h (salvo que hundamos el pie en el acelerador) y luego entra en acción el motor térmico. En cuanto al modo Save Battery, el encargado de mover el coche es el 3 cilindros, ya que el propósito es mantener el nivel de carga de la batería al 90 % como mínimo (y si está a menos del 90 %, el motor térmico la recarga).

Sin ser realmente deportivo es al menos neutro, con una pizca de subviraje

A éstos tres modos de gestión de la propulsión, MINI añade sus tres modos de gestión de la dirección y respuesta del acelerador: Eco, normal y Sport. No son seis modos de conducción porque, por ejemplo, el modo Sport es incompatible con el Max eDrive.

Sin enchufe, no tiene sentido

Los coches híbridos pesan más que un modelo equivalente con motor de combustión. La mayor cantidad de componentes, el o los motores adicionales y las baterías hacen que el coche híbrido termine siempre en la categoría de los pesos pesados. En el caso del MINI Cooper S E Countryman All4, el hecho de ser recargable de forma relativamente rápida (entre 3h15 y 2h30, según el tipo de enchufe) es lo que hace viable que pese 230 kg más que un Countryman equivalente, llevándolo a casi 1.800 kg.

Bueno, lo hace viable si vas a usar mayoritariamente el coche en trayectos diarios de menos de 50 km. Por cierto, es posible programar el coche vía el equipo de infoentretenimiento para que inicie la recarga en las horas que le indiquemos, para así aprovechar la tarifa nocturna, por ejemplo.

Con una autonomía en modo eléctrico 42 km teóricos y de unos 30 km en uso real (ten en cuenta que tanto la calefacción como el climatizador son eléctricos), usar este MINI híbrido en un trayecto de más de 50 km sin recargar su batería equivale a llevar casi 200 kg de lastre porque sí. Y lógicamente ese lastre influyen negativamente sobre el consumo de un motor de 136 CV. Usándolo con una carga en casa y otra en el trabajo, es posible obtener un consumo medio de 2,1 l/100 km.

Obviamente, usando el modo de gestión de la batería Auto eDrive, se pueden hacer largos viajes como con cualquier otro MINI o coche híbrido. En ese caso, se pierde la ventaja de esos 30 km por carga circulación eléctrica y el consumo medio se aleja mucho de esos 2 l/100 km para estar entre 7 y 8 l/100 km.

Dinamismo y confort se dan la mano

En ciudad y con la batería cargada, este MINI se mueve como cualquier otro eléctrico: tiene mucho brío al salir de los semáforos y es totalmente silencioso, salvo por ese típico y apenas audible silbido característico de los eléctricos. Obviamente, si abusas de las aceleraciones, la autonomía de la batería bajará rápidamente. La frenada es regenerativa, pero sigue siendo preciso usar el freno para detener el coche. Vamos, que no es tan bestia como en el BMW i3 donde prácticamente no es necesario usar el pedal de freno.

Cuando el motor térmico entra en acción, la transición entre los dos modos de propulsión es de lo más suave. Oyes que el motor se ha puesto en marcha, pero eso es todo. Con respecto a un Toyota Prius, la transición en el MINI es casi imperceptible. De ahí, la importancia del KERS de 60 Nm que equipa. También, el hecho de que emplee un cambio automático de 6 relaciones y no un cambio CVT como la inmensa mayoría de híbridos, especialmente los asiáticos, contribuye a una transición suave. Y a unas aceleraciones rápidas y relativamente silenciosas.

MINI anuncia un 0 a 100 km/h en 6,8 segundos (es más rápido que el Cooper S Countryman y su 0 a 100 km/h en 7,2 s). En ese sentido es digno del apelativo Cooper S, las versiones más prestacionales de la gama MINI, pero con su sobrepeso me temía un comportamiento donde primaría el confort en detrimento del dinamismo. Pues nada de eso, aúna confort y dinamismo.

Gracias al motor eléctrico, MINI anuncia un 0 a 100 km/h en 6,8 segundos para este Cooper S (es más rápido que el Cooper S Countryman y su 0 a 100 km/h en 7,2 s)

Fuera de la ciudad, el coche hace gala de una gran estabilidad en vías rápidas. Las suspensiones otorgan un buen grado de confort y al mismo tiempo limitan los movimientos de carrocería. La puesta a punto es muy lograda: son firmes, pero nunca secas y filtran bien la mayoría de las irregularidades. En las zonas reviradas, el tren delantero se muestra rápido y preciso, con una asistencia de dirección con una dureza que me ha parecido ideal, ni muy suave ni muy dura.

A destacar que, especialmente en el modo Sport, el motor eléctrico del eje trasero se pone en marcha cuando las condiciones de adherencia lo exigen o simplemente en las curvas más cerradas para ayudarnos a tomar las curvas borrando parcialmente el elevado peso del coche. Así, el Cooper S E Countryman tiene un comportamiento que sin ser realmente deportivo es al menos neutro, con una pizca de subviraje. No es un coche torpe, pero tampoco es ágil. Ofrece, digamos, un buen compromiso entre confort y dinamismo al volante.

A bordo

El Countryman es el modelo más grande de la gama MINI. Y obviamente se nota una vez dentro. Las plazas delanteras son amplias y es fácil para el conductor encontrar una psotura de conducción ideal (volante regulable en vertical y horizontal). Hay una multitud de compartimentos, como una amplia guantera central, para guardar toda clase de objetos.

Detrás, la presencia del pack de baterías ha obligado a unas pequeñas modificaciones. En espacio en altura se pierden 28 mm, aún así las plazas traseras ofrecen sitio de sobra para dos adultos de 1,85 m. Más destacable, el Countryman híbrido pierde la posibilidad de regular longitudinalmente las plazas traseras, que en los otros Countryman permiten aumentar el espacio para las piernas en 13 cm y reducir la longitud del maletero en las mismas proporciones y vice versa.

El maletero, por su parte, pierde 45 litros de capacidad y se queda en 405 litros debido a la presencia del sistema híbrido. En la práctica se ha perdido el doble fondo. Por cierto, el depósito de combustible pierde 10 litros de capacidad en la operación y se queda en 35 litros (en lugar de 45 litros).

Conclusión

El MINI Cooper S E Countryman resulta un coche interesante y recomendable más allá de por su tecnología. En ningún momento te recuerda que conduces un híbrido enchufable, simplemente conduces un MINI. La marca ha conseguido integrar una propulsión híbrida de forma natural en su modelo.

¿Lo recomendaríamos? Pues todo depende de si estás dentro de los parámetros de uso de los híbridos emchufables. Si vamos a hacer muchos trayectos cortos (siendo los viajes largos excepciones) con la posibilidad de recargar la batería en nuestros puntos de partida y llegada, podremos ahorrar en combustible y contaminar menos gracias a la propulsión eléctrica. Ahí, un PHEV es recomendable.

Sin embargo, si vamos a usarlo sobre todo en trayectos largos, de más de 60 km, el Cooper S E resulta contraproducente, pues el consumo del 3 cilindros se disparará. Y ahí ya no tiene sentido. Del mismo modo, si deseamos un Countryman deportivo, éste no es el modelo adecuado, debido a su elevado peso que obliga a una puesta punto más neutra que ágil. En ese caso te recomendaríamos un Cooper S Countryman (192 CV) o un John Cooper Works Countryman (231 CV).

Frente a otros PHEV del mercado de potencia y dimensiones similares (aunque de precio similar -39.920 euros- el Mitsubishi Outlander PHEV es mucho más grande: 4,70 m), el Cooper S E es más barato que el Audi A3 Sportback e-Tron (39.140 euros) y que Volkswagen Golf GTE (40.250 euros) al mismo tiempo que ofrece una mayor habitabilidad, más capacidad de carga en el maletero y una experiencia de conducción más gratificante (transición térmico-eléctrico casi imperceptible, comportamiento neutro). Así, si tus necesidades de movilidad están dentro de los parámetros de acción del Cooper S E, es un modelo recomendable.

MINI Cooper S E Countryman All4
Motor térmicoGasolina. 3 cilidnros de 1.499 cc; turbo. 136 CV
Motor eléctricoSincrono 65 kW (88 CV)
Potencia máxima (combinado)224 CV
Par máximo (combinado)385 Nm
Bateríaiones de litio. 7,6 kWh
TransmisiónSeudo integral. Cambio automático de 6 relaciones
DimensionesLargo x ancho x alto (mm): 4.299 x 1.822 x 1.559
Batalla2.670 mm
Peso1.735 kg
Maletero405 litros
0 a 100 km/h6,2 s
Velocidad máxima198 km/h (125 km/h en eléctrico)
Consumo medio homologado2,1 l/100 km
Emsiones CO2 homologadas49 g/km
PrecioDesde 37.600 euros
Los gastos asociados a esta toma de contacto han sido asumidos por la marca. Para más información, consulta nuestra guía de relaciones con empresas.

En Motorpasión | Ya hemos conducido el nuevo MINI Countryman, el más familiar de la casa, y nos ha sorprendido positivamente

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