Hemos 'conducido' el nuevo Škoda Vision E en la planta 31 de un rascacielos, pero a través de realidad virtual

Aprovechando el Salón del Automóvil de Shanghái, Škoda ha presentado su primer concept autónomo y totalmente eléctrico: el Škoda Vision E. Marca así el futuro estratégico que abrazará la firma checa en los próximos años dentro del campo de electromovilidad; para 2019 se espera la llegada de un híbrido enchufable y cinco eléctricos puros para 2025.

Con dos motores eléctricos de 225 kW, una velocidad máxima de 180 km/h y una autonomía de 500 kilómetros, el Vision E tendrá además un nivel 3 de autonomía. Y lo hemos podido comprobar a través de un tour virtual que nos ha permitido 'toquetear' el exterior y el interior del concept. Incluso nos hemos dado una vuelta con él.

Líneas apetecibles y futuristas

El Škoda Vision E es el primer prototipo eléctrico y de conducción autónoma de la marca y que hará su debut mundial en el Salón del Automóvil de Shanghái el próximo 19 de abril. Es un SUV coupé de cinco puertas, con un diseño bastante escultural y futurista que puede recorrer hasta 500 kilómetros con un sola carga gracias a su motor eléctrico de 225 kW.

Siguiendo los inevitables avances que marcan la industria, cumple con los requerimientos para una conducción autónoma de Nivel 3, que implica una automatización condicionada. Es decir, asumirá las labores básicas del manejo del vehículo y monitorizará el entorno para saber cómo responder ante ciertos imprevistos, pero la intervención del conductor seguirá siendo necesaria.

Este prototipo da inicio a la nueva era de electrificación de Škoda que tiene como objetivo lanzar cinco vehículos 100% eléctricos en varios segmentos en 2025. La electrificación de la gama empezará con el lanzamiento del Škoda Superb con motor híbrido enchufable en 2019 y el primer vehículo 100% eléctrico puro producido en serie que se lanzará en 2020.

Todos ellos tomarán la plataforma MEB del grupo que será estrenada por el próximo Škoda Superb híbrido enchufable.

Un breve paseo por las alturas

'Probar' un coche desde la planta 31 de la Torre de Cristal de Madrid es una experiencia que despierta sensaciones encontradas. Por un lado tenemos un sistema inmersivo de realidad virtual que te permite 'tocar' el concept y montarte en él, hasta el punto de que te tienen que decir: "Puedes avanzar, el coche no es de verdad".

Con un giro de cabeza se pueden apreciar todos los detalles del interior, desde la consola central hasta los asientos traseros. Una profunda voz en off te va indicando los pasos a seguir para sentarte en su interior o hacer que se despliegue la "magia" de la electricidad alrededor de este SUV coupé.

La carga se lleva a cabo a través de un panel en el suelo, gracias al cual el proceso de carga tardará alrededor de 30 minutos para alcanzar el 80% de la capacidad de las baterías de iones de litio.

Esto permite hacerte una idea de las dimensiones reales del coche, que es bastante amplio también fuera del papel: 4.688 mm de largo por 1.924 mm de ancho, una altura de 1.591 mm y una ancha distancia entre ejes de 2.851 mm. El maletero promete tener una capacidad de 600 litros.

Tratas de ver si el sistema llega hasta el punto de permitirte tocar la consola central o hacer uso del control gestual, pero no llega a tanto, claro. El diáfano espacio que alberga permite eliminar la barrera entre conductor y pasajeros, los asientos giran hasta 20 grados y dispone además de luz ambiente con elementos cristalinos.

Al final, el viaje se hace corto y te quedas con ganas de dar otra vuelta, aunque la realidad virtual se ha de coger con calma; puedes llegar a perder la perspectiva y no querer volver a salir jamás a ningún salón del automóvil.

En Motorpasión | Así se avanza el Škoda Vision E, un futuro eléctrico checo con 300 CV y 500 km de autonomía

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