Esta la historia de un Ferrari 458 Italia que recorrió medio Viejo Continente con una matrícula de papel pegada con cinta aislante y que no fue detectado hasta llegar a Las Palmas de Gran Canaria. Aunque parezca increíble, es un caso real que ha ocurrido este mismo mes de junio. Ver para creer.
Según informa el diario grancanario La Provincia, el pasado viernes 8 de junio, la Policía Local de Las Palmas daba el alto al conductor de un cavallino que circulaba tan ricamente por la Avenida Marítima de Las Palmas. Eran aproximadamente las 9:30 de la mañana y la patrulla motorizada hacía detenerse a este Ferrari 458 Italia mientras no daba crédito a lo que estaba viendo.
El superdeportivo llevaba, en vez de la habitual matrícula metálica, un papel pintado a rotulador, adherido a la carrocería con cinta aislante en su parte trasera. Por su parte, el frontal iba desprovisto de placa identificativa alguna. El conductor en cuestión, de origen ucraniano, declaró que acababa de llegar a la localidad canaria en el barco Albayzín de Trasmediterránea procedente del puerto de Cádiz. Y ahora llega la pregunta del millón, ¿cómo pudo traspasar los controles de aduana?
De periplo por Europa con un papel por matrícula
Pues efectivamente este Ferrari 458 Italia de tan extravagante matrícula no sólo había pasado sin problemas el control del puerto gaditano, es que además venía desde Italia, donde fue adquirido el superdeportivo, sin que ningún cuerpo de seguridad advirtiese que carecía de placas de identificación. Parece casi imposible, pero debe ser que todo el que se cruzó con él debió quedar obnubilado ante tamaña máquina.
Cuando los agentes solicitaron la documentación al conductor, descubrieron que carecía de permiso de circulación, por lo que procedieron a inmovilizar el modelo italiano. Y en el depósito de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canario permanecerá el 458 Italia hasta que el propietario aporte toda la documentación en regla.
La noticia se conocía gracias a un tweet publicado por el propio cuerpo de policía canario, que aprovechaba la oportunidad para recordar la obligación de portar matrícula, la cual, además, debe estar homologada. Un folio con el número escrito con rotulador dista mucho de ello, claro.
La razón de que el Ferrari 458 Italia careciese de placa identificativa es que el nuevo propietario había comenzado los trámites para matricular el 'cavallino' en nuestro país, con el fin de pasar a convertirse en un coche de alquiler en el sur de la isla. Pero al nuevo dueño le entraron las prisas y, en vez de esperar a recibir la documentación y las pertinentes placas, decidió cortar por lo sano. La impaciencia en este caso tuvo precio: 500 euros de multa por circular sin matrícula.