Hacer un viaje en coche entraña alguna dificultad más que los recorridos que hacemos diariamente, más aún si hace poco tiempo que tenemos el carné de conducir. Es por esto que si pretendemos llevar a cabo un trayecto de largo recorrido debemos tomar alguna medida previa.
Un primer paso es conducir un vehículo que haya recibido un mantenimiento adecuado. El segundo paso es que el propio conductor se encuentre en las mejores condiciones para afrontar este tipo de trayectos.
Dicho esto, creo que hay una serie de consejos que un conductor novel debe conocer antes de enfrentarse a su primer viaje, y que no atañen ni al estado del vehículo ni del conductor.
1º) Aprende mirando.
Si aún eres conductor novel te falta la experiencia suficiente como para afrontar este tipo de recorridos. Ten paciencia, y descubrirás que con el tiempo y los kilómetros mejorarás como conductor.
Si estás empeñado en hacerlo, te recomiendo que en la siguiente oportunidad, dejes que una persona con experiencia sea quien conduzca, y te sientes en el asiento del copiloto observando de una manera activa sus maniobras.
2º) Déjate aconsejar.
Hecho esto estás preparado para afrontar tu primer viaje, aunque lo deseable sería que esta vez fuera el conductor experimentado el que se sentase a tu derecha. La experiencia es un grado, y a fuerza de hacer viajes, algo se acaba aprendiendo.
3º) La carga.
Una de las circunstancias que hace diferente un viaje de un trayecto normal es lo cargado que suele ir el vehículo. Es por este motivo que lo recomendable es que no hagas un viaje con un coche que no conoces.
Esto es así porque durante un viaje es posible que te enfrentes a situaciones (una rampa pronunciada prolongada) en las que necesites una buena parte de la potencia disponible, y puede sorprenderte la pérdida de respuesta que puede sufrir un vehículo cuando va cargado, o por ejemplo, si se está haciendo uso del aire acondicionado.
4º) La velocidad.
Adecuar tu velocidad a la vía y a las circunstancias concretas es fundamental, y es por esto que mi recomendación no es sobre los límites máximos (es evidente que nunca hay que saltárselos), si no sobre los mínimos.
Es posible que te sientas más cómodo circulando más despacio, pero no es recomendable que llegues la velocidad mínima de la vía ya que estarías aumentando el riesgo de alcance.
5º) Los adelantamientos.
Enlazando con el punto anterior, con toda seguridad tendrás que adelantar vehículos que circulan más despacio que tú (principalmente camiones). Llegado el momento intenta realizar la maniobra con la mayor anticipación posible, no esperes a estar pegado al vehículo que te precede para intercalarte entre los vehículos que circulan por el carril izquierdo.
Si aún así no te ha sido posible, no te pongas nervioso, guarda la distancia de seguridad con el vehículo que tienes delante y espera a tener la oportunidad de adelantarle. Si conduces un coche cargado, volviendo a lo anterior, ten en cuenta que es posible que te cueste más de lo que piensas rebasarle.
Otro aspecto que se puede dar durante el adelantamiento es encontrarse con un conductor cuyo preciado tiempo le impida esperar unos segundos a que realices la maniobra de adelantamiento. Si este individuo decide pegarse demasiado o darte ráfagas para que te apartes es normal que te pongas nervioso, pero no te asustes.
No sobrepases la velocidad máxima permitida porque el conductor que viene detrás de tí considera que circulas demasiado despacio, simplemente vuelve a tu carril en el momento en el que con seguridad, hayas rebasado al vehículo al que querías adelantar. Tampoco caigas en la tentación de reprenderle por la acción que acaba de realizar, simplemente no merece la pena.
6º) Tú eres dueño y señor.
Si finalmente eres tú el que conduce, debes tomar por tí mismo las decisiones. Esto no quiere decir que no te dejes aconsejar por el simpático conductor que llevas a tu derecha. Me refiero más bien a que no cedas a las presiones de pasajeros impacientes, que pueden querer forzarte (”así no llegamos nunca“) para que circules a un ritmo demasiado alto, en el que no estas cómodo, o para que no realices un parada cada 2 horas o 200 kilómetros.
No te avergüences por el hecho de ser conductor novel, todos lo hemos sido en algún momento, de manera que si tus incomprensivos pasajeros quieren circular más deprisa de lo aconsejable, es mejor que lo hagan ellos mismos.
Además hay otra observación que me gustaría hacerte. Es muy normal que te estreses más de lo normal durante un viaje, y esto es peligroso no solo por lo poco recomendable que es conducir en ese estado, si no porque a la larga te cansarás más. Simplemente realiza paradas más frecuentemente o cambia de conductor.
7º) La navegación.
Ten en cuenta que es más difícil circular por una carretera que no conoces que por una que te resulta familiar. De esta manera, y para minimizar esta desventaja, lo mejor es que examines detenidamente y con tiempo la ruta que vas a tomar.
No caigas en la tentación de introducir al iniciar la marcha la dirección en el navegador GPS, ya que un conocimiento previo te ayudará a anticipar el recorrido, además de que es posible que tu navegador no este lo suficientemente actualizado.
8º) El combustible.
Puede parecer una tontería, pero ten en cuenta que no debes apurar el depósito. El hecho de que el alcance que te indique el ordenador de abordo sea mayor que la distancia hasta tu destino, no significa que no tengas que repostar antes.
Recomiendo esto porque, por ejemplo, es normal que en las entradas o salidas a grandes ciudades o destinos turísticos se formen atascos, y a fe mía que estos pueden durar horas. Si siempre llevas el depósito por encima de un cuarto de su capacidad no te verás apurado en este tipo de circunstancias.
9º) Tú también fuiste novel.
Llegará un momento en el que ya no seas un conductor inexperto, pero eso no quiere decir que seas el mejor conductor del mundo, ni que en caso de serlo, o de creértelo, sea recomendable que no tengas en cuenta alguno de estos consejos.
Conclusión.
Evidentemente estos consejos son absolutamente personales, y es posible que algunos de vosotros no compartáis total o parcialmente esta guía. No obstante creo que el sentido común y la experiencia (en gran parte transmitida por el conductor que me acompañó a mí en mis primeros viajes) han inspirado estos consejos. Espero que os sean de ayuda.
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