Antes de nada, feliz año nuevo. Ahora vamos con un poco de Dolorpasión para empezar bien el año. Que el alcohol y la conducción no son compatibles es conocido por todos, pero hay gente que no se da por aludida y sigue empinando el codo cuando conduce. Tras fechas muy dadas a este tipo de comportamientos, os traemos otro ejemplo más de lo que ocasiona mezclar alcohol y conducción.
El pasado día 14 de diciembre un conductor borracho perdió el control de su vehículo y fue a parar contra una fila de Corvettes Grand Sport nuevos que se encontraban estacionados en el aparcamiento del concesionario Tropical Chevrolet de Miami (Florida).
El conductor solo resultó herido leve. Afortunadamente los tres Corvettes afectados parecen tener una segunda oportunidad. Con daños de distinta gravedad, no creo que ninguno de ellos vaya a colar para venderlo como nuevo, pero ya tienen una provisión de Corvettes para kilómetro 0. Como dato adicional, el Corvette Grand Sport se vende desde 55.920 dólares (43.300 euros).
No es la primera vez que en este concesionario se estrella un borracho al volante de un coche, hace cuatro años el coche que se estrelló fue un Corvette que circulaba a 200 km/h, perdió el control y se chocó contra una hilera de SUV mandando varios coches al desguace, incluido el propio Corvette.
Viendo los antecedentes, yo que el propietario del concesionario ponía un buen vallado o un muro de hormigón bien gordo. En cualquier caso, el conductor ha hecho un estropicio bastante interesante a los coches, la que le va a caer va a ser fina…
Fotografías | Facebook (Bowtie Clubb)
Vía | Jalopnik > Miami NewTimes
En Motorpasión | Dolorpasión™: Quien se pica, Corvettes come