Dicen que quien no tiene cabeza debe tener pies. Y ni pies ni cabeza tiene la lista de objetos perdidos en los coches que ha dado a conocer Sixt Rent a Car con todo lo que han ido encontrando durante este año que acaba.
Somos despistados con ganas. Paraguas, gafas, móviles, cargadores, llaves... Hasta ahí, nada que destaque en especial. Pero la cosa cambia si hablamos de acciones de una empresa de Panamá, un compresor o una caja de pescado fresco que dejó de estarlo.
En efecto, cuando subimos a un coche solemos utilizarlo de mochila autoportante, vaciamos los bolsillos y todo lo demás. A veces descubrimos que nos hemos dejado las llaves de casa en el coche cuando estamos ante la puerta de nuestro hogar. Tras un rato de contarnos los bolsillos... el fastidio consiste en volver al coche y buscar las dichosas llavecitas, simplemente. Pero cuando ese coche es de alquiler... la cosa se complica.
Entre los olvidos comentados por Sixt Rent a Car figuran:
- pañales usados,
- dentaduras postizas,
- aparatos de audición,
- la compra del supermercado,
- una pistola,
- el niño y su sillita,
- la abuela.
No hay constancia de que se encontrara todo eso en un mismo coche, pero sí hay más historias que contar. Hubo quienes dejaron rastro de las actividades realizadas a bordo del vehículo: Viagra, películas porno, ropa interior y preservativos que más tarde sus olvidadizos propietarios reclamaron como perdidos. Se entiende que también estos eran casos varios, no un solo supercliente tras una noche muy loca.
Más problemillas que han explicado los chicos de Sixt Rent a Car. Reclamar que el coche no tiene volante (¿a quién se le ocurre ponérselo en la izquierda, y no en la derecha?), devolver el coche tras probar durante tres horas cómo era eso de conducir un vehículo con cambio manual sin tener ni idea, o denunciar el robo del coche alquilado por no recordar que lo habían aparcado en una calle paralela o en otra planta del mismo centro comercial.
Quizá los equívocos más... ¿curiosos? tienen que ver con la imposibilidad de mover el coche sin pisar el freno, el embrague o ambos a la vez, según el modelo, la imposibilidad de retirar la llave si el cambio no está en punto muerto o quejarse de que han pagado por un cinco puertas y les faltan dos... por no ver las manetas de las puertas traseras (estos diseñadores...): de todo hay.
Percances, unos cuantos también. Quizá el que se lleva la palma, ahora que estamos próximos a fechas navideñas, es la llamada de un cliente que avisó de que le había caído un reno sobre el parabrisas. Tras descartar que se tratara de Rudolph, las pesquisas determinaron que el animalito había rodado por la ladera de una montaña hasta impactar en el vehículo de alquiler.
Del tipo que olvidó en un coche un montón de acciones de aquella empresa panameña poco más se sabe, más allá de que reclamó sus pertenencias y le fueron devueltas. Lo mismo que pasó con aquel que se dejó un buen fajo de billetes abandonados, o con aquel otro que llevaba a bordo un medidor de nitratos y ahí se quedó.
Aquel cachivache le habría venido bien al despistado conductor que se dejó abandonado el pescado fresco en la furgoneta. Cuando los encargados de Sixt Rent a Car fueron a alquilarla de nuevo... bien, digamos que el pescado ya no estaba fresco. Tuvieron que ventilar la furgoneta durante días para que dejara de haber mal ambiente allí dentro.
Y yo que me creía raro por haberme olvidado una tapa de objetivo de la cámara en aquel Mazda6...
Fuente | Sixt Rent a Car