Ganar el Dakar a los mandos de su Audi RS Q e-tron E2 con Lucas Cruz como escudero una vez más, y de paso hacer historia por ser los primeros en llevarse el título con un electrificado en la carrera más dura del mundo. Suena a ambicioso, pero es el doble objetivo que tiene en mente el piloto Carlos Sainz.
Así lo han confirmado el propio ‘matador’, con los 60 años cumplidos (y más de 40 de experiencia sus espaldas) y su copiloto en una rueda de prensa celebrada en las dependencias del ‘Carlos Sainz Karting Madrid’ a poco más de una semana del pistoletazo de salida en Arabia Saudí.
Muy tranquilos y centrados, ambos valoran la evolución que se ha llevado a cabo en el coche y tienen muy claro los retos a los que se enfrentan en esta edición, para los que se han preparado a conciencia. Y es que aunque Sainz sabe que no parten como principales favoritos, se muestra optimista y va a por todas: “tenemos un coche competitivo para luchar por la victoria”.
Dos hombres y un destino: la carrera más dura del mundo
Audi Dakar
Arabia Saudí volverá a acoger por cuarto año consecutivo el rally más duro del mundo, que en su edición de 2023 será algo más largo, pues tendrá 8.549 km de recorrido dividido en catorce etapas, además del prólogo inicial. Esta temporada no se esperan grandes cambios en el podio, y las principales batallas se esperan entre Audi, Prodrive y Toyota.
Ante la que se prevé como una de las ediciones más exigentes del mítico rally-raid, Carlos Sainz y Lucas Cruz han revelado en una rueda de prensa celebrada en Madrid cómo afrontan su segunda participación en el Dakar de la mano de Audi tras las mejoras que ha recibido su coche “y un primer ensayo” llevado a cabo en el Rally de Marruecos.
El equipo español peleará por el triunfo con el Audi RS Q e-tron E2, el innovador prototipo de propulsión eléctrica con convertidor de energía, que para este año ha recibido una profunda evolución.
Esta incluye importantes modificaciones centradas en mejorar la eficiencia del tren motriz eléctrico, reducir considerablemente el peso (hasta en 90 kg), rebajar el centro de gravedad, optimizar la aerodinámica y facilitar el manejo de todos los sistemas del vehículo.
“Es un coche muy, muy complejo. Un reto tecnológico inmenso, que hace aún más especial nuestra participación esta edición”, dice Sainz, quien alude a la valentía de Audi en este proyecto, pues si participar en esta carrera con un coche de combustión ya es duro, hacerlo con un electrificado “es de ciencia ficción”. Para ello, “el desarrollo de software que se ha llevado a cabo por parte de los ingenieros es brutal”, dice el piloto.
Tras lograr el año pasado la primera victoria en una etapa del Dakar con un vehículo electrificado, los test y la experiencia en Marruecos, Carlos Sainz asegura que parten a Arabia “con más experiencia y, por lo tanto, con más optimismo y tranquilidad que el año pasado, cuando llegamos sin ninguna carrera previa y con muchas dudas” aunque al final, todo salió mejor de lo esperado".
"Estamos mucho más animados, más contentos, más confiados, con mucha ilusión y ganas de que empiece la carrera”, añade el piloto.
En el lado negativo de la balanza se encuentran los cambios de reglamento, pues la organización ha decidido imponer un peso mínimo de 2.100 kg a los coches eléctricos o híbridos y 2.000 kg para los de combustión.
“Es cierto que nos habría costado bajar a los 2.000 kilos, pero me cuesta de entender esta nueva normativa: no animar a las marcas a ir hacia el camino de la sostenibilidad vía reglamento, me sorprende. Audi ha sido muy valiente”, comentaba Sainz.
Sobre si piensa que la tecnología del Audi RS Q e-tron en su versión actual podría acabar trasladándose a un coche de calle, Sainz apunta a que “este ejercicio tecnológico permite aprender y evolucionar, y la transferencia tecnológica se da en los dos sentidos. ¿En qué medida? Es difícil de determinar”.
“En este proyecto de año y medio ha habido muchas sorpresas para las que Audi ha desarrollado soluciones. Y todo lo que hemos aprendido y mejorado, al final se aplica de una u otra manera a los coches de calle, siempre con el objetivo de mejorar la eficiencia”, añade.
Aunque se muestran con las cosas claras, tanto Sainz como Cruz son conscientes del reto titánico que tienen por delante. Respecto al mapa aproximado de las etapas en esta edición y las jornadas del Empty Quarter Cruz, como copiloto, ya apunta a que este Dakar “va a ser diferente a lo que estamos acostumbrados”.
Un Dakar "diferente a lo que estamos acostumbrados”.
“La primera semana de especiales muy largas (y con la particularidad de que no tendremos el descanso que nos permitía controlar la referencia de tiempo con nuestros rivales) solo sabremos si el ritmo es bueno o malo al final".
"La larga etapa tras el día de descanso creo que será importante. Y los tres días en la zona del Empty Quarter, con mucha arena y tramos lentos que reducirán la velocidad, habrá que plantear una estrategia en estas especiales porque salir delante penaliza mucho”, dice Lucas Cruz.
Cruz también apunta a que, “el coche se siente muy bien en las zonas de arena” gracias a su reducción de peso que permite ganar agilidad y restar esfuerzo de frenada. “Pero creo que la tercera especial, de montaña y con un recorrido muy estrecho, será complicada para coches tan anchos, no va a ser fácil. Y el riesgo de pinchazos va a ser alto”.
Dakar Rally
Respecto a la navegación de este año y a los famosos y polémicos ‘way points’ escondidos que llevan un par de ediciones complicando la vida a los equipos (para muestra, lo ocurrido el año pasado), el quipo español se muestra confiado en la organización.
Concretamente sobre el trabajo del director del Dakar, David Castera, Sainz ha declarado que “él sabe qué hace falta para que el roadbook del Dakar sea un éxito” y haberle visto trabajar en el de este año para él “es una garantía”.
Para Cruz, “el ADN del Dakar sigue intacto y este año, por lo que he visto va a ser muy duro. La navegación se ha complicado, sí, pero confío en que sea ‘una navegación lógica’ y que el equipo de piloto/copiloto con el coche más fiable, que se muestre más rápido e interprete mejor la navegación, sea el que gane la carrera”.
Para afrontar su segunda participación en la prueba además de contar con el equipo formado por Sainz y Cruz, Audi sigue confiando en su alineación de pilotos y copilotos, con las duplas de Mattias Ekström/Emil Bergkvist y Stéphane Peterhansel/Edouard Boulanger, quienes lucharán por llevar los Audi RS Q e-tron E2 a lo más alto de la clasificación general.
Los tres prototipos con propulsión eléctrica y convertidor de energía alineados por Audi Sport utilizarán un combustible renovable basado en residuos, que según Audi “reducirá en más de un 60 % sus emisiones de dióxido de carbono en el Rally Dakar 2023”.
Todo está más que preparado en Audi Sport para el Dakar 2023, que arrancará el próximo 31 de diciembre con un prólogo que se disputará a orillas del Mar Rojo y finalizará en Damman el 15 de enero tras más de 8.500 kilómetros, de los cuales más de la mitad serán cronometrados, con etapas más largas y el desafío que supone el inhóspito desierto Empty Quarter.
Más kilómetros, más dunas, más dificultades e importantes cambios en el reglamento, en la que será la 45ª edición del rally-raid. Ahora solo queda que la suerte acompañe al trabajo duro.