Las cadenas de montaje de las fábricas de automóviles tienden a la mayor automatización posible, aunque por el momento la ayuda humana es muy necesaria en prácticamente todos los pasos del montaje. La industria del automóvil está muy automatizada, muy por delante, por ejemplo, de la del mundo de las motos, donde hay mucho más trabajo manual.
Pero una planta no es sólo montar y montar, deben establecerse controles de calidad para cada uno de los pasos de este montaje. Y la pintura es uno de ellos, precisamente uno de los pasos que más automatizados están, y no por ello hablamos de un proceso exento de posibles fallos. Por eso en Opel han patentado un curioso sistema de inspección que supone un importante avance en la automatización.
Cuatro ingenieros y un especialista en programación del grupo de investigación GIFMA (Grupo de Ingeniería de Fabricación y Metrología Avanzada) del Instituto de Investigación en Ingeniería de Aragón (I3A), junto con el equipo de Ingeniería de Manufacturas de General Motors España, han desarrollado un sistema capaz de detectar defectos en la pintura de los vehículos menores de medio milímetro.
Non-stop
Esta tecnología de inspección está patentada en conjunto con la factoría GM España, no necesita contacto de superficies reflectantes, ni sacar vehículos de la línea de producción y ni siquiera tener que detenerla, lo que supone un incremento importante en la productividad.
Gracias a esta nueva tecnología se pueden detectar, identificar y localizar de forma automática defectos de pintura producidos durante el proceso de pintado de las carrocerías, tales como suciedades, gotas, cráteres, descolgados, piel de naranja, manchas, marcas de lija, abolladuras, etc.
Otra de las ventajas es que no necesita modificar las líneas existentes, de hecho ya se han puesto en marcha dos de estos sistemas en la fábrica de Figueruelas (Zaragoza) formados por varias cámaras de alta resolución capaces de capturar 40 imágenes por segundo y de un sistema de iluminación específico.
Este sistema de Opel identifica y diferencia cada uno de los modelos de vehículos y colores fabricados en la planta de Zaragoza. Las imágenes se procesan en tiempo real y se extrae la información necesaria para determinar la gravedad y posición de los defectos detectados. Los resultados de la inspección quedan almacenados y, en caso de detectar algún error, el sistema informa a los operarios de reparación.