Recargar el coche eléctrico fuera de casa es un auténtico infierno. Además de encontrar un punto de carga en nuestra ruta, o cerca de ella, y hay que lidiar con la manera de recargar. A saber, una docena de apps en el móvil, cada una con nuestros datos y tarjeta bancaria. Además, a menudo, estas apps van asociadas a servicios de suscripción para disponer de tarifas más baratas.
Sin embargo, desde 2023 empiezan a haber, por fin, operadores de punto de carga rápida que admiten el pago con tarjeta bancaria, cual gasolinera low cost en libre servicio. Es llegar, enchufar y pagar con la tarjeta.
Adiós a llenar el móvil de apps
A diferencia de las gasolineras, en una electrolinera no hay una forma unificada de pago. No se puede llegar, enchufar el coche, cargar y pagar antes de irse, ya sea con tarjeta o efectivo. Todo el proceso con un coche eléctrico se hace de forma telemática y cada operador tiene su propia app, con sus tarifas, bonos y suscripciones. Y como no siempre habrá un punto de recarga del operador con el que tengamos una posible suscripción, hay que bajarse varias apps.
La única excepción es Tesla. El fabricante estadounidense dispone de su propia red de carga dedicada en la que los usuarios de la marca llegan, enchufan, cargan y se van. Para el resto de usuarios, toca llenar el móvil de apps.
Sin embargo, poco a poco el proceso se está volviendo más sencillo. Varios son los operadores que han empezado a incorporar el pago por tarjeta bancaria en sus redes de carga rápida pública. Los puntos de carga vienen equipados con terminales de pago con tarjeta TPV (Terminal Punto de Venta). Así, se puede recargar del mismo modo que se paga cuando se echa gasolina en una gasolinera de libre servicio automatizada, tipo low cost.
El proceso es similar. Se prepaga la recarga con la tarjeta, en general se bloquean entre 40 y 70 euros, y una vez que hemos finalizado la recarga, se nos cobrará el importe exacto de los kWh que hayamos cargado. Y a seguir camino. No hace falta una app o una suscripción, aunque sigue siendo posible recargar con estos dos métodos.
Zunder fue la primera operadora en empezar a instalar paulatinamente terminales de pago con tarjeta en sus puntos de carga a principios de 2023. Moeve (antes Cepsa), que ha tardado más que sus rivales en equipar sus gasolineras de puntos de carga rápida, lo ha hecho dotando desde 2023 sus nuevos puntos de carga con terminales TPV para el pago con tarjeta.
Iberdrola es otra operadora que se suma a esta iniciativa. El 40% de sus más de 8.000 cargadores de España ya están equipados con TPV y tiene previsto completar la instalación de TPV en toda su red antes del próximo verano.
Es loable que, al fin, algunos operadores pongan fin al sindiós de tener el móvil lleno de apps sólo para poder recargar un coche eléctrico. Sin embargo, es sólo el principio. Y es que esta medida viene impuesta desde la Unión Europea.
La norma, aprobada por el Parlamento Europeo en 2023, exige que se eliminen las barreras técnicas a las recargas y que el pago pueda hacerse con una simple tarjeta bancaria en cualquier punto de carga. Adiós así a los llaveros o tarjetas RFID y a llenar el móvil de apps de operadores. Además, la ley exige que el cliente debe estar claramente informado del precio de la recarga, lo que no siempre ocurre.
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