Nissan llama a revisión más de 460.000 coches por un posible fallo en el airbag conductor. Según informa Automotive News, el problema afecta a los emblemas que se desprenden del volante.
Si esto ocurre durante el despliegue del airbag, el emblema puede convertirse en un proyectil a gran velocidad dentro del vehículo, pudiendo herir a los pasajeros.
Un elemento diseñado para salvar vidas y limitar las posibles heridas, se convierte así en un elemento capaz de infligir heridas. Según Nissan, hay constancia de cuatro heridos relacionados con este asunto.
La orden de llamada a revisión viene dada por Nissan North America y afecta a algunos de los siguientes modelos: Nissan Titan, Nissan Frontier, Nissan Xterra, Nissan Pathfinder y Nissan Armada fabricados de 2008 a 2011, así como a los monovolúmenes Nissan Quest, fabricados de 2008 a 2009.
La llamada a revisión concierne modelos fabricados en Estados Unidos (el Nissan Pathfinder estadounidense en cuestión se fabricaba al otro lado del Atlántico y no en Barcelona). En concreto, 404.690 de esos vehículos se vendieron nuevos en EE.UU., otros 17.214 en Canadá y 6.471 en México.
Aun así, algunas unidades de estos modelos han llegado a Europa vía los importadores paralelos y como coche de segunda mano, en una época en la que traer un coche de Estados Unidos era una operación barata.
En el caso de esta nueva llamada a revisión, a priori, las lesiones provocadas por un emblema de plástico podrían ser menos peligrosas que las que se han visto en la trágica saga de los airbags de Takata. Aun así, no es algo que se debería tomar a la ligera y acudir a un taller en caso de tener uno de los modelos afectados.
En todo caso, los airbags son elementos cruciales de la seguridad pasiva de un automóvil. Su eficacia es óptima cuando se combina con un cinturón de seguridad y un pretensor de cinturón.
Un airbag está diseñado para durar y no requiere un mantenimiento especial, a pesar de ser un sistema complejo y contener una carga pirotécnica. La bolsa de polietileno y el generador de gas no se degradan con el tiempo. Lo que a veces falla es la electrónica que gestiona la explosión.
En ese caso, según las marcas, las recomendaciones varían desde la limpieza de los conectores hasta el cambio de los mandos electrónicos o de los actuadores. En todo caso, pasados los 15 años es aconsejable que un profesional revise los airbags.